En la temporada 2012 consiguió materializar el sueño de tomar la alternativa, abriendo la puerta grande en solitario en Granada, en un encierro de Peñajara junto a Iván Fandiño y David Mora.
Terminó la temporada 2012 con pocas actuaciones por las razones que explica en esta entrevista para www.mitaurored.com
¿De dónde le vino su afición a los toros?
La afición a los toros me vino desde pequeño de las fiestas de los pueblos como el mío, Montillana (Granada) y los de alrededor donde se sueltan vaquillas. También mis padres son aficionados a los toros y como son originarios de Jaén cada año van a las fiestas de San Lúcar e iba yo desde niño con ellos a los toros. Y poco a poco me fue atrayendo hasta que dije a mis padres que quería ser torero.
¿Cómo fue que su familia le apuntó en una escuela taurina?
Como tengo a toda mi familia en Jaén, un tío mío conocía al director de la Escuela Taurina de allí. Pues mis padres y yo desconocíamos cómo funcionaba todo este tema. Fue este tío quien habló con la dirección de la Escuela para que yo ingresara. Mis padres quisieron quitarme la idea de ser torero, pues yo con 12 ó 13 años pedirles esto sin tener anteriormente ningún familiar torero les sorprendió. No es una profesión muy habitual, pero a fuerza de insistir mis padres se dieron cuenta que realmente tenía vocación por ser torero y decidieron apuntarme a la escuela taurina.
En la Escuela Taurina de Jaén ¿qué profesores le iniciaron al arte del toreo?
Cuando yo estuve Florentino Luque, matador de toros de Jaén, que ejercía de profesor y estuve entre tres años y medio y cuatro, aproximadamente. Como cursaba también estudios reglados en un pueblo de Jaén, me venía bien esa escuela.
Después de cuatro años en la escuela de Jaén, se trasladó a Granada. ¿Con qué maestros contó?
Después de ese periodo de tiempo, me trasladé a otra escuela en un pueblo de Granada y cambié a la Escuela Taurina de Granada donde estuve dos años, hasta que debuté con caballos. Tenía de profesor a un banderillero que continúa al cargo de la Escuela Taurina de Granada "El Ruilo", también el maestro Ramón Fernando Martín, más conocido por "Fernando de Sacromonte", pero mayormente estaba siempre el banderillero Joaquín Ruíz y luego teníamos a un preparador físico,… la escuela estaba muy bien.
¿Qué recuerdos tiene de su paso por estas dos escuelas taurinas?
Mis primeros recuerdos son de coger mi primera muleta en la escuela de Jaén, ir a un tentadero que desconocía qué era. Te van enseñando cosas que no sabes, que desconoces. El primer capote que cogí, como me lo regaló mi hermano para Reyes cuando era más pequeño ya lo había manejado antes de ir a ninguna escuela. En cambio cuando cogí la primera muleta fue uno de los momentos que a mí me marcó, porque la has visto pero nunca la has cogido. Además en las escuelas también acudían novilleros con picadores, algunos matadores de toros y esto también te marca. El poder entrenar y tener cerca a gente del toro me motivaba y me ilusionaba.
¿Qué compañeros de escuela han hecho una carrera similar a la suya?
Por parte de la Escuela de Jaén esta Curro Jiménez que se hizo matador de toros. Cuando yo entré él estaba mucho más avanzado y es más mayor que yo. Ahora es banderillero de El Fandi. El Sombrerero, que también ha tomado la alternativa este año. También Javier González, pero todos ellos debutaron con caballos al año de estar yo en la escuela. De mi promoción tan solo yo he llegado a ser matador de toros, que seríamos 17 ó 18 alumnos.
Explique su experiencia vestido de luces por vez primera el 17 de junio del 2002 en Mijas.
Es un momento en el que siempre has soñado en vestirte de luces y cuando llega el día, los nervios, vino mucha gente de Montillana (su pueblo) a verme y yo quería estar bien. Vestirme de luces era un sueño y de las metas que te vas marcando ésta era una de ellas. Además que nunca antes había visto ni tenido un traje de luces. Ese día fue sobre todo de mucha ilusión y muchas ganas. Sí, corté dos orejas y al año siguiente volví a Mijas y corté otras dos orejas. También son las dos primeras orejas que corté y es al principio de la carrera. Que en aquel momento no sabes todavía si llegarás a ser torero.
Cuéntenos como le ayudó Joselito Rus.
A Joselito Rus le conocí a través de la Escuela Taurina de Jaén, adonde él entrenaba. Poco a poco hice una amistad con él hasta llegar a una buena relación. A través de Joselito conocí al que sería mi apoderado, Antonio Molina. Para una novillada sin picadores en Pegalajar, aunque prácticamente no buscaban novilleros Joselito Rus aconsejó a la directiva, entre ellos estaba Antonio Molina, que conocía a un chico de la Escuela Taurina de Jaén al que podían añadir al cartel. Estoy agradecido a Joselito Rus de lo que hoy en día soy, porque si no hubiera sido por él posiblemente no me abría conocido mi actual apoderado, Antonio Molina. Desde aquella novillada fue cuando Antonio me fue siguiendo sin yo darme cuenta, hasta que se me presentó y se ofreció para ayudarme.
¿Qué balance puede hacer de su época de novillero?
Un balance bueno. He lidiado en 67 novilladas y ha habido de todo. Lo importantes es que he pisado plazas de renombre, en muchas de las Ferias en las que actué conseguí triunfar. Un balance bueno, dentro de lo complicado que está esto, positivo. No tan bueno desde el punto de vista de no haber podido ir como me hubiera gustado a las principales ferias de novilladas las más importantes. Pero hoy en día va quien va, aunque posiblemente por algún motivo haya sido el no poder ir.
¿Cómo fue el día de su alternativa?
El día de mi alternativa fue un día muy bonito. Desde que sueñas con ese día, conseguir un triunfo, que todo vaya bien. Y gracias a Dios fue así. Un día muy bonito aunque de muchos nervios, mucha tensión, pero luego en la plaza me relajé y tuve la gran suerte de que me saliera un gran toro de Peñajara. Lo pude disfrutar, torearlo bien y cortarle las dos orejas. Conseguí salir solo a hombros en esa tarde.
¿Cómo definiría su estilo de toreo?
Me considero un torero puro. Me gusta citar a los toros muy delante y llevarlos muy atrás. Me gusta bajarle la mano a los toros, también dominarlos. Me considero un torero clásico y me gusta hacer las cosas bien hechas. Me gusta mucho la raza, el poder de El Juli, también me gusta mucho Perera, la elegancia de Ponce y Manzanares. Siempre procuro fijarme más o menos en función de la clase de toreo que quiero realizar y entre ellos en los mencionados.
Una temporada 2012 con pocas actuaciones…
Dentro de lo complicado que está esto, la reducción de festejos. Luego también que a muchos festejos de los pueblos acuden figuras y a los que no, los empresarios piden dinero por torear. Y esto yo no me lo permito, el jugarme la vida teniendo que poner dinero, y no estoy de acuerdo con esto.
Y de cara a la próxima temporada ¿qué puede adelantar?
Para San José tengo una corrida de toros y avanzando ya mucho, una corrida en Granada. Todos sabemos lo complicado que está esto, y seguro, seguro no hay nada. En la pasada temporada había algunas corridas que estaban acordadas, con las fechas fijadas y luego, a última hora, por varios motivos no pudieron ser. De momento lo de San José sí que va para adelante. Ahora lo que hago es mucho campo para pulir defectos, intentar ir lo mejor posible y torear al máximo para cuando esté en la plaza, delante de la afición, pueda yo expresar lo que yo haya entrenado este invierno.
¿Cómo es el día a día de Miguel Hidalgo?
Trabajo en la empresa de mis padres aquí en Montillana (Granada). Suelo correr siempre a media mañana y por las tardes las dedico al toreo de salón. Los fines de semana me voy al campo. Tengo una amistad muy grande con una ganadera, María Jesús Gualda de El Añadido. Voy muchos fines de semana allí y ella también me ayuda muchísimo, echándome vacas, toreando toros y de todo.
¿Puede contarnos alguna anécdota divertida de su carrera taurina?
Recién comprada la furgoneta, resulta que en el concesionario tuvieron un lío con las matrículas, y la matrícula no coincidía con la que aparecía en los papeles. Íbamos apurados de tiempo hacia un sorteo y por la entrada a la plaza nos paró la Guardia Civil en medio de un follón. Imagínate ir con un vehículo cuya matrícula no coincidía con la de la documentación. Fue un error del concesionario y menos mal que los guardias fueron amables y nos dejaron pasar. Nos dijeron "en cuanto lleguéis a Granada cambiar eso, que eso es un delito". Pero por lo menos llegamos al sorteo. El mozo de espadas varias veces se ha olvidado algo, una vez las muletas, otra la montera, que tuve que pedírsela a un banderillero para poder hacer el paseíllo y luego durante el festejo tuve que ponerme una tirita en la frente como para hacer ver que no podía llevar la montera. Como no era mía me estaba grande y como pueden sancionarte por no llevarla, tuve que ponerme la tirita. Es mucho tiempo, muchos festejos y siempre pasan cosas. Lo bueno es que puedas ahora reírte y acordarte de estas y otras anécdotas.
Un mensaje para la afición.
Un mensaje… intentar unirnos ahora más que nunca. Con lo complicado que está ahora el mundo del toro, con lo difícil que nos lo están poniendo también, los antitaurinos, los mismos gobiernos,… Intentar unirnos e intentar sacar esto para adelante. Ganaderos, aficionados, prensa y los propios toreros, todo el mundo taurino. Y verás como todo esto, poco a poco, iremos tirando para adelante. Porque estamos ahora mismo en una situación muy complicada y ahora más que nunca, nos tenemos que unir todos.
Como descendiente de panaderos granadinos ¿qué especialidad de su tierra recomendaría?
Sí, el pianono es muy típico. Es un bizcocho que va enrollado, recubierto de crema pastelera con un poco de azúcar quemada. Es un manjar bueno. Los hace mi hermano pero después de tanto tiempo me he ido fijando, aprendiendo y ahora también los elaboro.
Alguna cosa más para añadir
Aunque he hablado de todo, sí querría añadir lo siguiente. Las figuras del toreo que son quienes ahora pueden tener fuerza para arreglar esto, que miren de solucionarlo, pero también fijándose en los que empezamos. Que nos echen una mano como por ejemplo abriendo carteles, abrir la baraja, que somos muchísimos los toreros que estamos empezando y necesitamos una oportunidad. En razón a lo complicado que ahora está para torear en los pueblos, ya sea pidiendo o no dinero, porque hoy tenemos a muchas figuras, pero el día de mañana cuando estas figuras se retiren, los aficionados no van a conocer a los toreros jóvenes y el problema va a ser entonces mayor. Pero vamos a ver como escapamos todos y que sea para bien.
