El
novillero sin picadores César Muñoz, de la Escuela Taurina de Salamanca,
lidió el mejor lote y cosechó dos orejas, saliendo a hombros del coso
salmantino de Peñaranda de Bracamonte.
Con tiempo muy soleado, media entrada en los
tendidos y una muy buena disposición e interés para esta novillada sin
caballos, que promocionaba a las escuelas, y al triunfador del certamen
del mes de abril, y que es de agradecer tanto al ayuntamiento de este
pueblo, así como a la iniciativa y mejor voluntad, de un ramillete de
buenos aficionados, como o son los integrantes de la peña cultural
taurina La Florida, deseosos de que la fiesta taurina no termine.
Dicho esto, se han lidiado ocho novillos pertenecientes a las ganaderías de El Canario, Casasola e Ignacio López Chaves, los dos primeros para la rejoneadora portuguesa Joana Andrade, que cosechó ovaciones en ambos y el resto para los novilleros David Garzón, escuela madrileña; Alejandro Marcos de Salamanca y Cesar Muñoz
también de la escuela salmantina afincado en la provincia de Ávila.
Oreja para el madrileño y ovación, aplausos y ovación para Marcos y dos
orejas para Muñoz, que sorteó el mejor lote del encierro aunque debemos
decir que los novillos fueron bravos, de buen recorrido en la muleta y
el que hizo 4º se le premió con la vuelta al ruedo.
Tarde por cierto entretenida seguida con mucho interés, por ver a estos noveles toreros.
David Garzón
luce muy buenas hechuras se mostro fácil con el capote y elegante en la
faena de muleta tiene base y solidos argumentos de toreo clásico y
solvencia en el manejo de los engaños, cadencia en sus faenas por uno y
otro pitón quizás excesivamente académico, y con raza limitada, falta
que se echa de menos en los novilleros.
Alejandro Marcos
es un torero del que se espera mucho, tiene valor y buena disposición,
un tanto acelerado pero queriendo siempre. Le faltó sitio y dominio en
sus faenas pero estuvo muy en novillero en ambas actuaciones. Muleteó
con enjundia y tuvo ingredientes emocionantes y buenas vibraciones.
Faltó esa vitalidad y raza de novillero, pero tiene planta y
exquisiteces suficientes para apostar por él.
Cerraba la terna César Muñoz
el mas bisoño de la terna de a pie, que atesora la decisión, el
bullicio y la alegría. Muy bravo su novillo y con altibajos, su faena
mantuvo a pesar de su tierno aprendizaje una inusitada ilusión y por
momentos consiguió enardecer a un público un tanto abúlico. Mató de
estocada baja pero el animal ya había conseguido ser merecedor y la
vuelta al ruedo de su cadáver. También podía haber obtenido el mismo
premio el bravo ejemplar de Casasola, el 8º de la tarde noche, pero
César que mejoró mucho su actuación degustando la vieja novillería entró
a matarlo con corazón, pero sin ese poso de sosiego que requería el
animal, y además se terminaba el largo ciclo de la tarde.
A los
novilleros les faltó en mi opinión vitalidad, riesgo, vida, emoción,
casta y espíritu reivindicativo. Buenas maneras, sí, buenos argumentos,
sí, técnica superior también, pero falta emotividad, vibración, nervio,
enardecer y levantar al publico de su asiento, y eso que de fácil no
tiene nada, pero que es necesario en la novillería andante
lamentablemente no ocurrió.. Y en esas estamos.
El sábado día grande en la feria- toros del Pilar para Padilla, El Cid y Juan Andrés González… ya les contaré.
Fermín González, comentarista Onda Cero radio Salamanca