Incertidumbre
con la presencia de Bolívar. Expectación ante los encierros y la
presentación de los coterráneos noveles. No se debe desconocer y menos
olvidar, que los que mantienen la fiesta y las ferias, son los que pasan
por taquilla.
Los carteles de la temporada taurina de Cali
(colombia) se dieron a conocer el pasado día 24 y lejos de despejar toda
duda, se dejó en el aire una inquietud que puede pesar como una losa
sobre el abono y el ciclo en sí.
El presidente de La Asociación Plaza de Toros de Cali, Dr. Alfredo Domínguez, acompañado de dos miembros de su Junta Directiva, Dr. Mario Posadas y el Señor Juan Manuel Domínguez, develó la combinación de ternas para la novillada y las seis corridas, que se llevarán a cabo la última semana de diciembre.
Manifestó el Dr. Domínguez que el diestro caleño Luís Bolívar
tenía contratadas dos corridas y se le estaba requiriendo para que
formara parte de la llamada corrida de los colombianos que tendrá lugar
el día 31, cerrando el ciclo ferial, con el encierro de la ganadería de Guachicono y con Paco Perlaza y Ricardo Ramírez como compañeros de terna.
Puntualizó
el Dr. Domínguez que era intención de la empresa el que se dieran cita
los tres toreros nacionales más placeados y con más tirón del momento.
Hasta aquí todo perfecto si se hubiera contado con la ausencia de
Bolívar y es precisamente en éste punto donde se presenta la inquietud,
ya que la empresa ha dejado entrever que en el caso de que Bolívar no
aceptara las condiciones propuestas quedaría fuera de las otras dos
corridas contratadas y por ende de la Feria. El torero ya tiene las dos
contratadas que puede hacer honrar ante las autoridades competentes si
lo excluyen de la feria. Extremo que deseamos no ocurra pues
tranquilidad y sosiego, es lo que se precisa.
Por su parte, el diestro caleño, afincado en Madrid, ha manifestado a Clarín Taurino
–importante y significativo programa dominical de radio– que él no
tiene ningún inconveniente en torear ese encierro y estar en esa
corrida, lo que sí pide es que se le respeten, para ésta corrida, los
mismos honorarios fijados en su contrato para cada una de las
formalizadas y no el cincuenta por ciento como se le está ofreciendo y
en todo caso, que se concrete con su apoderado y no se le esté
presionando a él directamente.
Así las cosas, se deja entrever
que las negociaciones no se han llevado adecuadamente y que la
improvisación está haciendo acto de presencia. Se entiende la posición
del torero –si me van a pagar una cifra por una corrida de Juan Bernardo
Caicedo o Las Ventas del Espíritu Santo, razonable es que me paguen lo
mismo por la de Cuachicono-. Distinto hubiera sido si desde un principio
se le hubieran ofrecido las tres tardes y se hubiera negociado un
paquete.
Entendemos que imperará el sentido común, que por otra
parte es el menos común de los sentidos, para que en los próximos días
se solucionen los impases y se despejen las dudas. Con todo y es nuestra
opinión, no nos parece muy conveniente para una feria tan corta –apenas
seis festejos mayores– que un diestro salte tres tardes al albero de
Cañaveralejo. En ferias cortas lo conveniente es una sola tarde y dar la
oportunidad al aficionado de ver más variedad y más toreros con
diversidad de conceptos en su tauromaquia.
Con buen criterio se
regresa a respetar la fecha del 31 –última corrida del año en el orbe
taurino– y no así la tradicional del día primero de año, fecha
emblemática en el abono caleño y que un buen número de aficionados del
mundo optaban, en años anteriores, por despedir y recibir el año en la
ciudad de Santiago de Cali.
No se debe desconocer y menos
olvidar, que los que mantienen la fiesta y las ferias, son los que pasan
por taquilla –soberano que ocupa barreras y tendidos, en definitiva
opinión pública– y en muy pocas ocasiones se piensa en ellos.
Las
diferentes combinaciones pueden gustar más o menos y fuera de que hay
algún nombre que no se le otorga el verdadero puesto que le corresponde,
se dan cita diversidad de conceptos. El aficionado ortodoxo echará en
falta a su exponente insignia y los faranduleros cuentan, éste año, con
quién identificarse. El arte, el poder y el virtuosismo están presentes,
algunas de las revelaciones de la temporada española también y entre
los coterráneos se encuentran los más destacados aunque alguno se coló
de la mano de los manejos de influencias, que siempre se utilizan por
debajo de la mesa. Con todo y a pesar de que torean muy poco, sí
contamos con toreros nacionales que muy bien pueden estar en la feria y
serían muy del agrado del aficionado e incluso aportar algunos de otros
lares. Los dos noveles, Ritter de reciente alternativa en Madrid y
Castrillón, que la tomará de manos de Perera, cuentan con diferentes
credenciales y deseamos que vengan llenos de buenos conceptos para
renovar la fiesta y aportar alicientes, que buena falta hacen, para
tomar el testigo de los que ya van de salida.
Será más que
deseable que las ganaderías lleguen bien presentadas y en principio
parece que así será, con el trapío de su encaste y con la edad
reglamentaria; luego confiamos que tengan raza, bravura y fuerza. Este
año se cuenta con variedad de encastes: Contreras, Santa Coloma, Domecq y
Samuel Parladé.
¡Que Dios reparta suerte!
Javier Adrados, director de El Albero y elalberotoro.com
Fotografía: El Albero