10 de junio de 2014

Tarde sin triunfos en el cierre de Nimes

El flojo y desrazado encierro de Miura se completó con sobreros de Garcigrande y Alcurrucén para una tarde sin muchas opciones y solo destacó Manuel Escribano que dio vuelta al ruedo.
Coliseo de Nimes (Francia), lunes 9 de junio de 2014. Última de feria. Lleno. Se lidiaron toros de Miura, desrazados y tres fueron reemplazados por dos sobreros de Garcigrande (1º y 5º bis), de presentación correcta y uno sobrero de Alcurrucén (6º bis).

Rafaelillo, saludos tras un aviso y silencio.
Julián López "El Juli", saludos y silencio.
Manuel Escribano, que confirmaba alternativa,  vuelta tras un aviso y silencio.

La corrida de toros con más expectación de la Feria de Nimes que reencontraba a El Juli con los toros de Miura y cerraba el ciclo no cumplió las expectativas.
El desencuentro entre público y presidencia se hizo notable por el desencanto del respetable con el encierro de Miura, muy pitado, como los continuos cambios de reses de otras ganadería, así como una petición de oreja para Manuel Escribano acompañada de más gritos que pañuelos.

Rafaelillo saludó a su primero con tres largas de rodillas. Al caballo el toro no mostró nada. A la muleta el astado embestía dando cabezazos y buscaba al diestro, que recibió un golpe en la cara. Faena de mucho coraje que remató clavando el estoque entero y trasero pero sin efecto inmediato.
El segundo oponente, más bravo ante el picador fue a menos en el tercer tercio, no dejando otra opción al diestro que matarlo tras pinchazo y entera contraria.

Julián López "El Juli" estuvo técnico en su faena ante el segundo Miura. Series de derechazos al tiempo que el toro se desinflaba. Lo mató de entera pero el toro tardó en caer para escuchar aplausos.
Con el quinto bis no dio facilidades para poder estructurar la faena. El Juli solo pudo dejar algunos pases por el derecho. Entera y descabello para ser silenciado.

Manuel Escribano vio cambiar su primero por un Garcigrande que recibió con verónicas y banderilleó con clase. Tras la ceremonia de confirmación Escribano brindó a su mentor Robert Piles. Comenzó la faena de rodillas ante un toro exigente y dotado de recorrido por el derecho pero el sevillano prefirió recetarle tandas de derechazos. Finalizó con manoletinas, estocada y vuelta al ruedo.
El flojo Miura de cierre fue cambiado por uno de Alcurrucén. Manso desde que pisó la arena. Escribano lo banderilleó con alegría, llegando al público. En el tercer tercio el toro embestía brusco y desordenado pero el sevillano aplicó una buena técnica para conseguir dar buenas series por ambos pitones.
Fotografía: Manuel Escribano/Facebook/Archivo

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