30 de abril de 2012

Inadmisible lo que sigue haciendo El Juli en México

Cuando se esperaba que el señor Juli diera heroica respuesta mexicana al veto empresarial español, consecuencia, según se sabe, de sus exageradas pretensiones;...

... ocurre que sigue viniendo a nuestro país, hacer con inaudita comodidad las “Américas”,  toreando inadmisibles pequeñajos, que ni de novillero los enfrentaba allá, lo que en resumen se podría definir como la auténtica burla a la buena fe del respetable mexicano.

Dado lo anterior, y para ya detener este desastre taurino, que pareciera no tener fin, los empresarios mexicanos tienen tres opciones:

1.- Contratar al señor Juli con todas sus inadmisibles imposiciones, para que no proteste nadie la falta de su contratación, aunque en las plazas estentóreamente reclamen la falta de verdad en lo que torea.

2.- No contratar al señor Juli para no caer en sus inadmisibles imposiciones, aunque no faltaría quien dijera que no sirven para negociar.

3.- Denunciar públicamente las absurdas imposiciones del señor Juli, que incluso, no sólo dañan a los empresarios sino también al gran historial de los ganaderos y, así demostrar por qué no fue contratado.

Fundamentalmente con el punto 3, se evitarían lo ocurrido, para no ir tan lejos en… febrero en el Domo de San Luis Potosí y en la Monumental México, el reciente viernes en Juriquilla, o este sábado en la Monumental de Aguascalientes.

Este tipo de actitudes que se presentan sistemáticamente en todos los cosos mexicanos, hacen ver una especie de burla que pareciera no tener fin, por parte del madrileño hacia con el gran público mexicano, y ya rebasó todos los límites de la cordura, de la decencia, de la civilidad, de… ¡todo!, y ya no es posible continuar aceptando esa vejación, que en verdad ofende.

¿Hasta cuándo seguirá haciendo todo esto el señor Juli?

Sin lugar a dudas, hasta que el público lo decida, y todo hace ver que su veredicto es no permitir siga viniendo a devaluar más la buena fe y nuestra Fiesta.

Le queda otra corrida en esta tierra de la gente buena, el inminente 1 de mayo, y ya comienzan a preguntarse todos los aficionados… ¿qué pequeñajos impuso ahora?

¿Don Fernando de la Mora enviará pequeñajos engordados para satisfacer la comodidad?, o ¿recordará que tiene un historial que debe salvaguardar enviando una corrida con auténticos toros bravos? Esa es la disyuntiva, que es muy sencilla resolver, pero que pareciera imposible de solucionar.

Por lo pronto, si los grandes empresarios europeos, según se dice, echaron al señor Juli de las grandes plazas españolas; y por otra parte, si el gran público mexicano lo está echando de todas las plazas nacionales por la falta de verdad en lo que torea… ¿a dónde quiere ir el madrileño?

No lo sabemos, pero… ¡Ya basta de estar soportando las imposiciones!, de alguien que fue cobijado, cuidado y apoyado, por el público mexicano con cariño y respeto cuando llegó siendo un niño, para lanzarlo al mundo como un extraordinario torero, y ahora, corresponda con esto que no habla de ninguna grandeza no sólo como torero sino como ser humano.

Texto: José Mata
Fotografía: Archivo

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