27 de julio de 2012

Soporífera tarde de toros en Santander

El diestro Daniel Luque corta la única oreja en una tarde de toros marcada por la nefasta imagen dada por los astados de Núñez del Cuvillo. Enrique Ponce y Morante de la Puebla salen de la plaza entre pitos y abucheos.

 Ficha
Toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo, incluido el sobrero que se lidió en sexto lugar, desiguales, cabreros y sin oportunidades.

Enrique Ponce, estocada y silencio; estocada ladeada y silencio
Morante de la Puebla, media estocada, pitos; estocada malograda, pitos.
Daniel Luque, pinchazo, estocada y silencio; estocada, aviso, dos descabellos y oreja.

Plaza de toros de Santander, jueves 26 de julio de 2012. Casi lleno en el coso de Cuatro Caminos en el sexto festejo de su Feria de Santiago. Se lidiaron toros de Núñez del Cuvillo que nublaron la tarde. El sevillano, Daniel Luque, se llevó la única oreja de la corrida. Por el contrario, Enrique Ponce y Morante de la Puebla se fueron de vacío.

Aburridos, con sangre de cabra y como hechos de cartón, así fueron los toros de Núñez del Cuvillo. Hubo que esperar hasta última hora, al sobrero, para ver lo más parecido a un toro, después de que el segundo de Daniel Luque fuese devuelto tras una aparatosa caída. Luque recibió y templó con el capote a “Tabaquito”. Ya en faena se vieron los primeros pases armónicos, que mejoraron al natural y conectaron con los tendidos, ansiosos de cerrar la tarde con una faena a la medida. El sevillano se llevó la oreja tras una estocada y dos descabellos. Otra historia fue la del primero de su lote al que trató por todos medios de sacar partido pero el toro se entrecortaba y no ofrecía ningún juego.

El valenciano, Enrique Ponce, no brilló. Le tocaron dos toros sin ninguna gracia a los que trató de sacar partido. Ambas faenas fueron desorganizadas y los pocos pases que se salvaron fueron todos por el pico de su muleta, con cautela, arrimando a toro pasado. Mató ambos toros con estocadas descolocadas y se llevó el incómodo silencio de la plaza. Buena parte del respetable abucheó su actuación en Santander.

La intervención en la tarde de Morante de la Puebla es harina de otro costal. Bien es sabido que Morante no es amigo de sudar entre puro y puro si no tiene toro delante. Así lo confirmó el de Puebla del Río que hizo su faena en la toma de contacto con el capote. Morante mató a su primero sin coger la muleta con la izquierda, ante el asombro de la plaza, y tras media estocada efectiva se retiró a la espera del quinto de la tarde. Repitió el guión de la película y mató con una estocada que asomaba por los bajos del animal. Compartió abucheos con Ponce a su salida de la plaza.

Texto: María Arce España para Mitaurored
Fotografía: EFE

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