12 de julio de 2012

Vargas Llosa redacta carta por la libertad taurina en Bogotá

Mario Vargas Llosa ha enviado una carta abierta a los aficionados taurinos de Bogotá y Colombia en general, donde destaca el arte y el amor por los toros que rodea la fiesta taurina y hace un llamado a la libertad taurina en Bogotá.

José María Manzanares, Miguel Ángel Perera y Diego Silveti se han unido a este manifiesto de Vargas y han redactado sus propias cartas.

La carta de Mario Vargas Llosa es la siguiente:

"No debemos avergonzarnos de nuestra afición por los toros: una fiesta que por tradición y por todo aquello que ha inspirado en el mundo de la cultura ha enriquecido extraordinariamente la vida de las gentes. Desde quienes han vibrado de emoción en los tendidos  hasta los que nunca han visto una corrida y, sin embargo, han admirado las imágenes que ha podido inspirar en la poesía, la música, la pintura, la escultura o  la danza.

Una buena faena es una fiesta llena de amor a los toros -algo que le costará mucho trabajo comprender a sus detractores y enemigos- pues el toro bravo existe en la medida en la que existen las corridas.

En los cosos de Cartagena de Indias, Bucaramanga, Manizales, Medellín, Bogotá y Cali, así como en pequeñas plazas salpicadas por todo el país, se vive y celebra la gran fiesta de los toros desde hace más de un siglo. Esperemos que se pueda celebrar con la misma libertad de ahora en adelante".

José María Manzanares manifiesta lo siguiente:

Una vez más se ha dado la circunstancia de que la política, supuestamente elegida por el pueblo, va en contra de los intereses de sus ciudadanos y de la libertad de elegir sus propias opciones de ocio y cultura. El alcalde Petro se ha tomado “la libertad” de prohibir la “libertad” de sus votantes y eso no es democracia.

No planteo un argumento ante la prohibición de las corridas de toros, ni enBogotá, ni en Cataluña porque nuestro discurso ya no gira en torno a si lascorridas de toros deben existir o no contra una corriente post moderna actual.

Mi argumento gira en torno a la libertad de todo individuo de elegir sobre el derecho inalienable y constitucional de tener una libertad de culto. No debemos olvidar que los toros son parte de nuestra cultura y que son un contenedor de sensaciones y valores por parte del toro y el torero. El toro lucha por su vida con el principio de la bravura, de la casta y la verdad y el torero calma esa agresividad dentro de un ritual que se convierte en danza entre la fiereza y la razón.

Quizás nuestros políticos debería ahondar más en los valores que transmite la tauromaquia y que están tan ausentes en la sociedad actual. La libertad de elegir culto es un derecho y está protegido constitucionalmente. Si seguimos prohibiendo ¿dónde ponemos el límite para contentar a todos? Juegan con un arma de doble filo que provocará un revés en las raíces de todo pueblo y cultura. Luchemos por nuestras libertades todos juntos.

JOSÉ MARÍA MANZANARES

En Alicante, a 4 de julio de 2012


El texto íntegro de la carta de Miguel Ángel Perera es el siguiente:

Mi nombre es Miguel Ángel Perera, y soy Matador de toros.

Sí, esta es mi profesión. Como quien es Abogado, Médico o Economista. Solo que para ser licenciado en ello no existe Universidad. Se aprende mientras se va viviendo una vida llena de sacrificios desde que se es un crío.

Sí, desde niño tuve claro que quería ser torero, y a ello le dedico todo lo que soy, pues todo lo que soy me lo ha dado el toro.
Tengo la conciencia más que tranquila. Sé que no hago nada malo ni inmoral. Entiendo que algunos lo vean como un espectáculo cruel, pues ha sido así desde que el mundo es mundo. Podría extenderme y contar cómo ha habido defensores y contrarios a lo largo de la historia. Pero es un tema muy manido.
Yo quiero, mediante estas líneas, defender mi condición de torero. ¿Qué hay de malo en ello? ¿Por qué quienes se amparan en el poder creen que tienen derecho a prohibir absolutamente nada? A ellos los elige el pueblo; a nosotros es el pueblo quien nos respalda. Porque el pueblo es el público. Sin público, no hay espectáculo. Pero yo no toreo por ser visto, por ser aclamado. Toreo porque es así como me siento, como me interpreto a mí mismo. Siendo torero soy persona. En la cara del toro me siento libre.

¿Que si me considero artista por ello? Podría ser. Se asemejaría a cualquier hombre creativo que a través de su pincel –en el caso del pintor-, o de la pluma –en el caso del escritor-, refleja lo que lleva dentro. Como lo reflejó Goya cuando dibujó La Tauromaquia, o Federico García Lorca cuando evocó a Ignacio Sánchez Mejías en la famosa Elegía.

Soy Miguel Ángel Perera, matador de toros, y lo digo con orgullo.  Y mi libertad para ejercer mi oficio, que es mucho más que eso -pues se considera una forma de vida-, no ha de verse coartada en pro de nada, y menos en pro de un desconocimiento absoluto de lo que es mi profesión, pues quienes así proceden queriendo acabar con ella, sólo demuestran una ignorancia total de lo que es la cultura del toro.

La ignorancia es atrevida. Y el atrevimiento no es valor, sino mero impulso, arrebato que pone en peligro a quien lo ejercita.

Sin embargo, el toreo es valor, conocimiento, concentración, superación personal, sacrificio, arresto, respeto, liturgia, vida, muerte, gloria, silencio, constancia, belleza, plasticidad…

Y verdad. La verdad más grande que existe en este mundo, por la que lucharé durante toda mi vida y por la que haré todo lo que esté en mi mano para rendirla el respeto que me merece, ya no solo como mi forma de vida, sino como forma en la que muchas personas en este mundo consideran una elección de ocio y cultural. Tanto ellos como nosotros estamos juntos en el mismo barco.

Vaya desde aquí todo mi apoyo a los ciudadanos de Petro (Bogotá), y mi repulsa más sincera hacia quienes proceden de manera dictatorial.

Miguel Ángel Perera
En Olivenza (Badajoz), a 9 de julio de 2012.


Diego Silveti ha enviado también un texto en apoyo a los taurinos en Bogotá:

Sevilla 22-junio-2012
 
A quien corresponda.
 
Me dirijo a ustedes no solo como matador de toros sino como un ser humano libre, respetuoso, tolerante y con derechos.

Soy mexicano de nacimiento y comparto el amor al continente americano, a cada uno de sus países, a sus tradiciones y a su cultura. Me parece una atrocidad que viviendo en el siglo XXI en un mundo democrático, globalizado y se sigan viviendo atrocidades como el hecho de despojar de una libertad como en este caso es la fiesta brava.

Colombia es un país que ha sufrido mucho, que ha luchado por la libertad, que ha tenido muchos problemas y que ha salido siempre adelante.

Me parece muy poco ético que un solo político y un solo ser humano, que posee un poder que se lo ha dado el pueblo, quiera prohibir un derecho, una tradición, un modo de vida, una actividad económica, una actividad cultural como es la fiesta de los toros.

Las corridas de toros representan para Bogotá un ingreso económico muy importante, atraen el turismo nacional e internacional, mantienen viva la especie del toro bravo, respetan las tradiciones colombianas y alientan al público a disfrutar de un espectáculo sin igual. De igual manera alientan a artistas no solo del toreo sino de otros artes tal es el caso del maestro Fernando Botero a inspirarse y que mediante ello creen obras maravillosas que pongan el nombre de Colombia muy en alto. Así como lo hizo el maestro Cesar Rincón.

Estimados compañeros, les pido que apoyen y defiendan sus derechos. No podemos dejarnos ningunear ni ser despojados de nuestra libertad!

¡Viva la fiesta brava!

¡Viva Colombia!

¡Viva Bogotá!

Atentamente,

DIEGO SILVETI


Texto: Medios del sector
Fotografía: Daniele Devoti / Wikipedia

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