El joven mexicano Fermín Espinosa Armillita, de 17 años, ha llegado este año a España y se ha alojado en la finca salmantina de "El Niño de la Capea" para aprender el oficio de torero y agrandar, aún más, la leyenda de toda una dinastía de matadores.
De momento, las cosas no le pueden ir mejor, ya que en las pocas novilladas en las que ha participado, ha desorejado a sus oponentes, según ha explicado hoy en una entrevista con EFE.
Que esté en la finca salmantina de El Espino, de Pedro Gutiérrez "El Niño de la Capea", no es casualidad: el torero salmantino fue un ídolo en México y siempre mantuvo una relación de amistad con la casa de los Armillita.
Una relación que se ha fortalecido después de que "El Capea", hijo de Pedro Gutiérrez y torero cada vez más respetado en México, haya contraído matrimonio con Paulina Espinosa, hermana del novillero mexicano.
Así las cosas, el joven Armillita, que supone la cuarta generación de una dinastía de toreros, llegó a España el pasado enero y debutó como novillero el 25 de julio en la provincia de Toledo, en la localidad de Nombela, donde cortó dos orejas y dejó un extraordinario sabor de boca.
La gesta de este nobel se repitió este mes de agosto en Arauzo de Miel, en Burgos, donde cortó cuatro orejas.
En su cuarta y última cita como novillero hasta el momento, en la localidad salmantina de Cantalpino, Fermín Espinosa llegó a cortarle el rabo a un novillo.
Fermín Espinosa asegura estar "encantado" con España, más aún con los recuerdos de su abuelo Armillita "Chico", uno de los grandes triunfadores del toreo mexicano en España.
Su abuelo tuvo la suerte de inaugurar la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, el 17 de junio de 1931, junto a toreros de la talla de Manuel Mejías "Bienvenida", Marcial Lalanda o Luis Fuentes Bejarano, con toros del duque de Veragua, cuyas reminiscencias son hoy los afamados Patasblancas.
Ahora, este joven sólo piensa "en hacer campo" para formarse como novillero y en un corto período de tiempo debutar con picadores.
Su explosiva irrupción en el mundo de los toros sorprende aún más cuando asegura que en México jamás se había puesto delante de un novillo, ya que siempre había preferido "formarse con los toros de España".
Hoy lidiará en una de esas plazas históricas de la provincia de Salamanca, Aldeadávila de la Ribera, por donde han pasado toreros como Santiago Martín "El Viti" o el zamorano Andrés Vázquez, que antaño tenían que dar muerte a los toros en unos cosos cerrados por carros de madera.
El joven Armillita está anunciado junto a una de las promesas del toreo salmantino, el mirobrigense Juan Antonio Pérez Pinto.
Cuando acabe la temporada, el joven regresará a México, aunque pasado el invierno en España, volverá a la finca de El Niño de La Capea para hacer aún más grande la leyenda de los Armillita, iniciada por su bisabuelo, y continuada por su abuelo y su padre.
Entretanto, Fermín Armillita quiere sacar un hueco, explica a EFE, para conocer Santander, de donde era su abuela, Nieves Menéndez, que se casó con su abuelo en segundas nupcias, tras un viaje que hizo a México como pelotari y donde conoció a Armillita "Chico".
Texto: Carlos García / EFE
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