Tarde de
marcado protagonismo juvenil en la que un chaval se llevó los máximos
trofeos del festival de La Membrilla (Ciudad Real), en ambiente de
fiesta total y unos tendidos repletos de juventud. Así da gusto.
Membrilla (Ciudad Real), lunes
20 de agosto de 2012. Lleno con multitud de peñas en los tendidos en
ambiente sanferminero, empapados de vino pero sin molestar al resto de
la plaza. Cinco novillos de Jiménez Pascuau, nobles y de buen juego, excepto el cuarto manso.
Jesulín de Ubrique: oreja y dos orejas.
Víctor Puerto: dos orejas y pitos tras dos avisos.
El novillero sin picadores Carlos Aranda: dos orejas y rabo.
Carlos Aranda en franca progresión, entendió a la perfección a su oponente, siempre cuidando las distancias y la medicina justa, su único defecto ajustar poco los embroques. El resto tanto con el capote a la verónica y los redondos en la muleta de lo mejor. Al natural tuvo menos importancia. Destellos de artista en los desplantes y las carantoñas hacia el público que en todo momento le apoyó. Bien hoy con la espada y a pasear el rabo entre gritos de ¡torero, torero!
Jesulín de Ubrique cortó tres apéndices por dos faenas del mismo estilo, estuvo fácil y variado así como complaciente en todo el día de fiesta, de tremendo calor y tenía la cosa merito de estar allí. Se justifico en buena labor, sin más. Una y dos orejas su premio.
Víctor Puerto, completó una faena a su primero de calidad y dominio tanto a la verónica como en redondo. Al natural una serie larga ante en buen ejemplar de Pascuau. Mató bien y dos orejas. En su segundo perdió los papeles ante el manso rajado de turno que a punto estuvo de saltar al callejón. Víctor no pudo con la excepción de la serie final en tablas y por dentro. Para entonces ya había dado tres vueltas completas al ruedo y dos más que faltarían. Escuchaó dos avisos para poder matarlo. Lo dicho, mal.
Jesulín de Ubrique: oreja y dos orejas.
Víctor Puerto: dos orejas y pitos tras dos avisos.
El novillero sin picadores Carlos Aranda: dos orejas y rabo.
Carlos Aranda en franca progresión, entendió a la perfección a su oponente, siempre cuidando las distancias y la medicina justa, su único defecto ajustar poco los embroques. El resto tanto con el capote a la verónica y los redondos en la muleta de lo mejor. Al natural tuvo menos importancia. Destellos de artista en los desplantes y las carantoñas hacia el público que en todo momento le apoyó. Bien hoy con la espada y a pasear el rabo entre gritos de ¡torero, torero!
Jesulín de Ubrique cortó tres apéndices por dos faenas del mismo estilo, estuvo fácil y variado así como complaciente en todo el día de fiesta, de tremendo calor y tenía la cosa merito de estar allí. Se justifico en buena labor, sin más. Una y dos orejas su premio.
Víctor Puerto, completó una faena a su primero de calidad y dominio tanto a la verónica como en redondo. Al natural una serie larga ante en buen ejemplar de Pascuau. Mató bien y dos orejas. En su segundo perdió los papeles ante el manso rajado de turno que a punto estuvo de saltar al callejón. Víctor no pudo con la excepción de la serie final en tablas y por dentro. Para entonces ya había dado tres vueltas completas al ruedo y dos más que faltarían. Escuchaó dos avisos para poder matarlo. Lo dicho, mal.
Igancio Rubio/Fotografía: Víctor Moya
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