La
rejoneadora Noelia Mota cortó dos orejas y salió a hombros en la tarde
de su debut en La Coruña, hoy, en el festejo de la especialidad que
echó el cierre a la Feria de María Pita.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Coruña, domingo 5 de agosto de 2012. Toros de La Castilleja, aceptablemente presentados y de juego variado.
Pablo Hermoso de Mendoza, oreja y gran ovación.
Roberto Armendáriz, silencio y oreja.
Noelia Mota, vuelta tras petición y dos orejas.
La plaza tuvo dos tercios de entrada.
Noelia Mota enciende La Coruña
Noelia Mota, primera rejoneadora que actúa en la historia de la plaza de La Coruña, cayó de pie en su presentación ya que, después de cuajar una buena labor a su primero echada a perder en la suerte suprema, cortó las dos orejas del que cerró plaza por una faena vibrante y completa de principio a fin.
Hermoso cortó una oreja de su primer gracias a una labor de altas cotas artísticas por la maestría en la doma y la certeza a la hora de clavar banderillas. En el cuarto pudo haber redondeado el triunfo el navarro si llega a matar a la primera.
Armendáriz, que nada pudo hacer con el manso y parado segundo, paseó un trofeo del quinto por una faena de raza.
Plaza de toros de La Coruña, domingo 5 de agosto de 2012. Toros de La Castilleja, aceptablemente presentados y de juego variado.
Pablo Hermoso de Mendoza, oreja y gran ovación.
Roberto Armendáriz, silencio y oreja.
Noelia Mota, vuelta tras petición y dos orejas.
La plaza tuvo dos tercios de entrada.
Noelia Mota enciende La Coruña
Noelia Mota, primera rejoneadora que actúa en la historia de la plaza de La Coruña, cayó de pie en su presentación ya que, después de cuajar una buena labor a su primero echada a perder en la suerte suprema, cortó las dos orejas del que cerró plaza por una faena vibrante y completa de principio a fin.
Hermoso cortó una oreja de su primer gracias a una labor de altas cotas artísticas por la maestría en la doma y la certeza a la hora de clavar banderillas. En el cuarto pudo haber redondeado el triunfo el navarro si llega a matar a la primera.
Armendáriz, que nada pudo hacer con el manso y parado segundo, paseó un trofeo del quinto por una faena de raza.
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