Almodóvar
del Pinar (Cuenca) celebró sus fiestas patronales con una exhibición de
recortes, quiebros y saltos de los recortadores valencianos, a la que
se sumó un concurso de recortes infantil y un partido de fútbol vaca.
En el siglo XVIII Almódovar del Pinar (Cuenca) era conocido como el "Pueblo de las Carretas"
por su desarrollado transporte de mercancías, entre ellas, pescado y
arroz de Valencia. Sin embargo, ayer se cambiaron las tornas y fueron
los valencianos del grupo Arte y Emoción los que
ejercieron de transportistas para acercar su arte hasta este municipio
situado en las estribaciones de la Serranía Conquense.
Los vecinos de Almodóvar, inmersos en sus fiestas patronales en honor a la Virgen de las Nieves, acudieron a la plaza de toros para ver la destreza de los recortadores ante las reses. Un cometido en el que, una vez más, Fran Mesas, Panchito, Juanan, Cristo y Rober no defraudaron a base de arquear figura, deslizar su cuerpo o volar sobre los animales en un espectáculo en el que no faltaron los saltos con la garrocha y encadenados. Tras quitarse el traje goyesco, los recortadores se enfundaron el pantalón blanco y la camiseta del patrocinador oficial de Arte y Emoción, para dar vida a la otra parte del espectáculo. Fue en dicho punto cuando los más pequeños disfrutaron con el Concurso de Recortes infantil, mientras que los mayores de edad hicieron lo propio con un partido de fútbol vaca. Sin embargo, los valencianos no se limitaron a portar arte hasta La Manchuela conquense, sino que también acercaron otro producto típico valenciano como son los "fartons". Eso sí, ellos, en pleno siglo XIX, no lo hicieron con carreta.
Los vecinos de Almodóvar, inmersos en sus fiestas patronales en honor a la Virgen de las Nieves, acudieron a la plaza de toros para ver la destreza de los recortadores ante las reses. Un cometido en el que, una vez más, Fran Mesas, Panchito, Juanan, Cristo y Rober no defraudaron a base de arquear figura, deslizar su cuerpo o volar sobre los animales en un espectáculo en el que no faltaron los saltos con la garrocha y encadenados. Tras quitarse el traje goyesco, los recortadores se enfundaron el pantalón blanco y la camiseta del patrocinador oficial de Arte y Emoción, para dar vida a la otra parte del espectáculo. Fue en dicho punto cuando los más pequeños disfrutaron con el Concurso de Recortes infantil, mientras que los mayores de edad hicieron lo propio con un partido de fútbol vaca. Sin embargo, los valencianos no se limitaron a portar arte hasta La Manchuela conquense, sino que también acercaron otro producto típico valenciano como son los "fartons". Eso sí, ellos, en pleno siglo XIX, no lo hicieron con carreta.
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