El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, pidió ayer el amparo de la autoridad en el callejón, al considerar como un desprecio el gesto del rejoneador Diego Ventura, quien no paseó las dos orejas de su primer enemigo al no recibir el rabo que el publicó demandó al presidente.
Ventura depositó en el centro del anillo las dos orejas que recibió del alguacilillo y dio dos vueltas al ruedo, la segunda sin fuerza, al término de las cuales un arenero tuvo que retirar los despojos porque el rejoneador las volvió a ignorar, lo que fue interpretado por el alcalde como una provocación y un desprecio.
León de la Riva, que ha presenciado toda la Feria de la Virgen de San Lorenzo en uno de los burladeros del callejón, abandonó éste para quejarse de forma ostensible al delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Valladolid, Pablo Trillo, por la actitud de Diego Ventura durante el festejo que clausuró el ciclo.
Instantes después, el delegado gubernativo se dirigió a Ventura para recriminar su actitud, pero uno de los acompañantes del rejoneador obstaculizó cualquier tipo de acercamiento al centauro, quien ya contemplaba las evoluciones de Pablo Hermoso de Mendoza en el cuarto de la tarde, acodado en las tablas.
El alcalde ha confirmado a los periodistas el desarrollo de este incidente durante el fallo, anoche, del Trofeo San Pedro Regalado al triunfador de la Feria de la Virgen de San Lorenzo, que ha obtenido el diestro Miguel Ángel Perera.
Texto: EFE
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