13 de septiembre de 2012

Javier Castaño triunfa. Gallo y del Álamo pinchan en Salamanca

Castaño (foto) demostró el momento dulce en el que se encuentra. Eduardo Gallo, dispuesto y aguerrido pinchó en el segundo. Y Juan del Álamo toreó el mejor toro de la tarde pero emborronó la faena con tres pinchazos.
  
Plaza de toros de Salamanca, miércoles 12 de septiembre de 2012. Tarde soleada, con ligera brisa que no molestó a los toreros, y con media entrada en los tendidos. Se han lidiado toros de El Puerto de San Lorenzo. 1º noble y flojo, 2º noble y con vibración, 3º bravo, noble y boyante (premiado con la vuelta al ruedo), 4º parado, 5º incierto, 6º manso y blando.

Javier Castaño, oreja y oreja, salió en hombros por la Puerta del Toro.
Eduardo Gallo, oreja y ovación.
Juan del Álamo, ovación y oreja.

La tarde tenía ingredientes sobrados para el aficionado, pero se quedó a medias. Castaño demostró en el momento dulce que se encuentra. Sorteó la faena del primero, con buenos pasajes sobre todo por el lado derecho, bajo al natural remató bien su faena, con sobriedad y clase. Lo mató de entera trasera y oreja.
En su segundo mostró también su dimensión, más apagado el animal, fue tirando del mismo, faena técnica sin mucho relieve, luego recurrió a arrimos. Valiente y dispuesto, a este lo mató de estocada ferial volcándose, que por sí misma valía un nuevo apéndice, que lo alzó en el triunfador de la tarde.

Se esperaba mucho de Eduardo Gallo, que parece otro, dispuesto y aguerrido inició una faena vibrante por el lado derecho con mucho empaque, series bien rematadas, redondos y naturales, de buena ejecución y presentó sus credenciales, para seguir contando con él. A su primero lo mató de pinchazo y entera caída y consiguió oreja, mas paisana que de ley.
Sin embargo al segundo de su lote, un toro rebrincado y sin clase, que se paraba y tiraba cornadas por decreto Gallo con gallardía le presentó cara, aguantó los derrotes, le sacó y exprimió cada arrancada, lo metió en cintura, con mucha entrega y valor, faena meritoria para el aficionado. Gallo puso el alma pero lo pinchó y luego en su segundo encuentro cayó el estoque muy bajo, y aquí si perdió la oreja de peso.

Cerraba la terna Juan del Álamo, que se las vio con un toro bravo al que taparon la salida con un puyazo largo y empujando, que galopó en banderillas y que en la muleta, no se cansó de embestir, con clase, con armonía y estilo, un toro Carcelero negro de 505 kilos, que se apunta a premio. Faena vibrante, a la que le faltó en un principio una poderosa muleta que lo mandase, estuvo bien Álamo sí… pero debió estar mejor. Reposó su toreo mediada la faena. Remató los pases con torería y soltura, torero poco al natural remató por bernardinas ajustadas. Pero lo pinchó hasta tres veces antes de la entera y caída estocada. Ovación y vuelta para un gran toro sin duda.
En su segundo porfión, y con empeño logró sacar una medida y meritoria faena, ante la sosa y agalbanada embestida, todo lo puso el torero. Lo mató de media tendida y cobró una oreja.

La tarde fue para Castaño, pero fue una interesante corrida, de los tres y un toro.

Texto: Fermín González
Fotografía: J.M. García/EFE

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