8 de octubre de 2012

Ángel Sánchez, triunfador del certamen sin caballos "Camino hacia Las Ventas"

El alumno de la Escuela Taurina de Colmenar Viejo (Madrid) Ángel Sánchez ha sido el triunfador del certamen sin picadores "Camino hacia Las Ventas", celebrado ayer en la Monumental madrileña, festejo enmarcado dentro de la programación de la Feria de Otoño. 
 
Ficha del festejo:
Erales de Jandilla, segundo y sexto con el hierro de Vegahermosa, serios y con cuajo, y de desigual comportamiento. Los mejores, segundo, tercero y, sobre todo, cuarto. Exigente el primero; "rajado" el quinto; y complicado el sexto.

Víctor Álvarez, de la Escuela de Moralzarzal: tres pinchazos y bajonazo (silencio tras aviso).
David González, de la Escuela Marcial Lalanda de Madrid: pinchazo y otro hondo (aviso y vuelta tras petición).
Pablo Gallego, de la Escuela de Moralzarzal: casi media, estocada caída y dos descabellos (ovación tras aviso).
Amor Rodríguez, de la Escuela Fundación El Juli de Arganda del Rey: pinchazo y estocada baja con vómito (ovación tras aviso).
Ángel Sánchez, de la Escuela de Colmenar Viejo: estocada enhebrada, nueva estocada y tres descabellos (gran ovación tras aviso).
Manrique Rivera, de la Escuela Fundación El Juli de Arganda del Rey: casi entera y cuatro descabellos (palmas tras aviso).

La plaza rozó el tercio de entrada en mañana espléndida.

La primera gran noticia de la mañana fue la notable afluencia de niños en los tendidos de Las Ventas. Funcionó la iniciativa de la empresa para fomentar la afición entre los más jóvenes, regalando entradas a los menores de 14 años. Interesante idea, que ojalá se repita más veces a lo largo del próximo año en más plazas y ferias.

La otra buena nueva es que hay cantera en las escuelas de Madrid. Gustaron sobre todo las interesantes formas de David González, Amor Rodríguez y Ángel Sánchez, este último, declarado finalmente triunfador del certamen.

Abrió cartel Víctor Álvarez, que sorprendió en un quite por chicuelinas al alimón con su compañero de escuela Pablo Gallego, y que estuvo voluntarioso en una faena que no acabó de calentar.

David González mostró buena aptitud en una labor limpia, segura y bien estructurada, en la que tiró con largura de su repetidor oponente, mejor por el lado derecho, e incluso intercaló pasajes pintureros muy a modo entre series. Faltó rotundidad en la suerte suprema.

Pablo Gallego puso empeño en un trasteo en el que hubo pasajes aislados de cierto buen aire al natural frente a un novillo con el que no valían confianzas.

A Amor Rodríguez se le vio la experiencia por colocación, quietud y la forma de presentar el engaño. Tiene gusto en su forma de torear, temple, valor y personalidad. Faena de menos a más con interesantes momentos sobre ambas manos. La fea muerte del eral hizo que perdiera el trofeo.

Ángel Sánchez demostró un concepto clásico y sin concesiones, de empaque, despaciosidad y mano baja. El mérito fue enseñarlo frente a un novillo manso y que se rajó pronto, y con el que hizo un esfuerzo notable para conseguir pases al natural de extraordinaria composición.

Manrique Rivera corrió con la peor suerte al enfrentarse a un novillo manso, brusco y sin fijeza, con el que anduvo animoso y esforzado.

Texto: Javier López / EFE
Fotografía: Taurodelta

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