16 de octubre de 2012

Cayó el telón

Cerradas, van quedando las plazas, de la Iberia taurina, ahora con la llegada del otoño y la espera inverniza, las plazas quedan vacías, como el cadáver simbólico de la fiesta, el foro donde se desatan gritos, alegrías, luces, sol y colores, tal y como sucede cada año, las plazas se cierran hasta la llegada de un nuevo alboroto ferial. 
  
Ahora, es muy seguro, que todos los medios de información nos pronunciemos en dar ese repaso de cuanto aconteció en el ruedo y en los tendidos. Reproducir cuanto de positivo o negativo ocurrió, volver atrás en lo sucedido que; – en mi opinión – me produce una sensación de vacío, de angustia y de resaca. Volver sobre la quimera  de, "lo que pudo haber sido y no fue"... Y si lo fue, ya quedo recogido en su momento, en ese momento, que es crucial y cuyos matices ya fueron expuestos, según su saber y entender.

El repaso, no deja de ser, esa falta de seguridad, ese titubeo, ese encontrar detalles y situaciones que no acertaste ver, comprender, y admirar o censurar a primera vista. El repaso no deja de ser el interrogante.  -Por si me olvidé algo en su momento-. En las corridas de toros, si algo se fue ya no vuelve, aunque intentemos reproducirlo de nuevo, no será el fiel reflejo de cuanto aconteció en ese momento. Pero es bien cierto, que todos nos vemos dispuestos a ejercitar ese balance final, y si ustedes quieren a razonarlo más sosegadamente, y comprender muchas de las actitudes que esgrimieron todos aquellos protagonistas dentro y fuera del ruedo. También es posible que al meditar sobre lo acontecido podamos recoger ese pasaje histórico, a recordar si lo merece. Si no fuera así, el repaso puede llegar a ser tedioso y aburrido, tal y como lo fueron muchas de las tardes espesas y vomitivas que tuvimos que soportar, pero tampoco es cosa nueva en claro; y muchas plazas van perdiendo la razón, que por histórica, torera y ganadera la debía corresponder.

Todo el serial de este año taurino, tuvo ingredientes tanto dentro como fuera. “El pase a cultura motivo cierto revuelo. Toreros que pagaron parte de las entradas a jóvenes. Clases magistrales por rincones y plazuelas, tres tardes de José Tomas, el llamado G10- que no se entienden. La falta de toreros en ferias importantes. Y llegado el final, las retiradas, que por cierto; a más de uno, no echaremos en falta”.

Siguiendo la ruta de la Iberia taurina, en mi opinión, ha sido triste, con toros rayando la invalidez, sin que la suerte de varas midiera la bravura, la fuerza, la codicia y el nervio de las reses, sin que los tercios, y las rivalidades con el toreo de capa, tuvieran enjundia y prestancia, y para terminar faenas de "pasemesí pasemesá", con toros agónicos y descastados. Aunque siempre hay excepciones- faltaría más- las figuras más relevantes, estuvieron a la altura de las plazas, algunos como se sabe faltaron a la cita de Madrid y Sevilla casos de El Juli o Perera, con final de mucho fuste.

Sin embargo, salvo en algunos carteles puntuales, el descenso de público y aficionados ha vuelto un año más a ser notable, y eso que se han rebajado el número de festejos en casi todas las ferias, algo mas se tendrá que hacer, algo más de imaginación e ideas se han de poner sobre la mesa, que pueda de nuevo estimular al aficionado; que en muchas ocasiones, y me remito a esta plaza de Salamanca y su Glorieta, este aficionado, al que se le supone conocimiento, sea, sencillamente pueril, desorbitado, carente de los elementos esenciales, sin un nivel de rigor y exigencia, con concesión y petición de trofeos, a los que hacía caso un presidente, y así, entre ambos han construido un pasaje de mala capea pueblerina,  Y, eso al menos, es triste y penoso.-

Texto: Fermín González
Fotografía: Archivo

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