Hubo buena entrada, con más de tres cuartos del aforo ocupado, en una corrida que había despertado enorme expectación porque se lidiaban por primera vez toros de Victorino Martín en la Plaza de Toros de Úbeda, en una magnífica tarde con temperatura ideal.
Los astados tuvieron irregular presentación y defensas excesivamente cortas, aunque dieron buen juego en el conjunto del festejo; el mejor fue el lidiado en tercer lugar y el cuarto el que más dificultades creó.
El quinto fue indultado y el torero Antonio Ferrera cortó dos orejas y rabo simbólicos, por lo que salió a hombros de la plaza.
Rafaelillo estuvo en sus dos toros entregado con muchas ganas, valor y mucho oficio. No obstante, con la espada no estuvo acertado y fue ovacionado con saludos en el primero y también muy aplaudido en el segundo, por lo que salió a saludar.
Antonio Ferrera cortó una oreja en el primero de su lote y las dos orejas y el rabo simbólicos del quinto con una actuación en la que el torero anduvo muy voluntarioso, valiente y entregado, con un premio especial con el indulto del quinto.
Ferrera quiso aprovechar poniéndole una vara y siendo intérprete completo de los dos tercios de varas en los que como siempre lució facultades y espectacularidad.
Juan Antonio Millán, "Carnicerito de Úbeda", cortó una oreja en el tercero y pudo cortar otra más de no haber fallado con la espada, que necesitó cuatro pinchazos y estocada, pero realizó una gran faena de muleta sobre todo en varias series al natural de una gran pureza. El último le creó más dificultades.
Texto: EFE
Fotografía: José Cisneros
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Inserte su comentario