"En Madrid necesitas un tipo de toro que transmita emoción, sino es muy difícil llegar al tendido, y ayer ha sido de esas tardes en las que por mucho esfuerzo que hiciera era imposible obtener recompensa", señaló a Efe el primer espada, Gómez del Pilar.
Aún así, el joven novillero de Illescas (Toledo) se marchaba satisfecho por su actuación.
"Yo me he visto bien, con mucha predisposición desde que me he ido a la puerta de toriles en mi primer novillo, y por eso me voy de Madrid con la sensación del trabajo bien hecho, aunque, evidentemente, venía a triunfar y a no marcharme con las manos vacías", concluyó.
En ese mismo aire, Luis Gerpe abandonaba la plaza decepcionado después de "haberlo dado todo para intentar agradar a la gente", aunque al final "el ganado ha condicionado tan pobre festejo".
"Mis dos novillos parecían que cuando tomaban la muleta iban a 'romper' para adelante, pero nada más lejos de la realidad, pues ninguno de los dos me ha dejado expresarme en el ruedo como me gusta, y por eso me voy con mal sabor de boca", confesó Gerpe.
El más joven de la terna, Gonzalo Caballero no pudo refrendar las buenas sensaciones que dejó en el pasado San Isidro cuando cortó una oreja en la tarde de su debut en Las Ventas.
"No ha podido ser. La novillada no ha dado opciones, y eso que lo he intentado todo para tratar de levantar una tarde que se ha puesto muy cuesta arriba desde el principio, y así es muy difícil, y más en una plaza tan exigente como la de Madrid", finalizó Caballero.
Texto: Javier López / EFE
Fotografías: Juan Pelegrín/Las Ventas
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