La terna
de rejoneadores paseó un apéndice cada uno en la corrida celebrada ayer
en la plaza de toros de Chilpancingo (México), en un encierro de Cuco
Peña y La Cardenilla.
Plaza de toros de Chilpancingo, Guerrero (México). Tres cuartos de entrada. Se lidiaron un toro de Cuco Peña y cinco de La Cardenilla, de poco juego.
Pablo Hermoso de Mendoza, oreja con petición y ovación.
Rodolfo Bello, oreja y pitos.
Diego Lecumberri, pitos y oreja.
El torero a caballo de Estella puntúa con una oreja en su celebrado regreso al coso guerrerense de Chilpancingo, en una tarde marcada por el poco juego del ganado y fallas con el rejón de muerte.
A su primero, un astado de Refugio Peña que jamás se entregó y que además se venía cruzado, Pablo le instrumentó una lidia en donde sobresalió el poderío para imponer sus condiciones y el exacto manejo de tiempos y terrenos. "Gurú" confirmó que tiene futuro en esto, recortándole al burel los terrenos en un alarde de facilidad, cambiándole dirección y ritmo con leves movimientos de su grupa. Tras sentir en sus carnes un rejón de castigo el toro pareció rajarse pero "Disparate" no lo dejó y base de sobarle mucho, de consentirlo y de aguantarlo lo domeñó, metiéndolo en su toreo y consumando dos banderillas de inmejorable calidad. "Habanero" aprovechó la labor de su compañero de cuadra y pudo, porfiando y pisando sus terrenos, lucir en las reuniones y en las piruetas. Tras la labor del bayo el ejemplar quedó ya aplomado, por lo que "Pirata" tiró de sitio para la rueda de cortas, un arpón más en una rosa y prácticamente a toro parado dejar el rejón de muerte, al segundo intento, con el que su jinete obtuvo su único trofeo de la tarde, existiendo una fuerte petición del segundo apéndice, mismo que la autoridad no concedió.
Ante su segundo, un toro remiso que desarrolló rápidamente sentido, Hermoso de Mendoza tuvo que inventarse prácticamente la faena, resolviendo las dificultades que el de Marrón le fue planteando. "Napoleón" intentó lucir su lujoso galope pero el toro tenía un trote incierto y hasta por momentos cansino. "Manolete" apareció y de nueva cuenta demostró esa faceta de lidiador que puede con todo lo que le salga por la puerta de chiqueros. El tordo se fajó en serio para con limpieza ganarle la cara a su adversario en dos palitroques con el sello de la casa, diciéndole quien mandaba en el ruedo, intentado proyectar esa emoción los tendidos. El burel tenía ya bastante claro para que trajera los pitones y además se quedaba muy corto, complicando enormidades la labor de "Viriato", que lejos de amilanarse sacó la mejor parte de una lucha seca, arriesgando su cuerpo con esa indómita forma que tiene de meterse a los terrenos más comprometidos. Para el último tercio Pablo nos sorprendió al sacar a "Dante", que a pesar de lo parado y del peligro sordo que tenía su oponente se vio bastante bien en las cortas para luego abalanzarse prácticamente sobre el astado y que de nueva cuenta al segundo intento el centauro navarro cobrase el rejonazo que hizo doblar a la res, cerrando así su labor ahora con los tendidos en silencio.
Pablo Hermoso de Mendoza, oreja con petición y ovación.
Rodolfo Bello, oreja y pitos.
Diego Lecumberri, pitos y oreja.
El torero a caballo de Estella puntúa con una oreja en su celebrado regreso al coso guerrerense de Chilpancingo, en una tarde marcada por el poco juego del ganado y fallas con el rejón de muerte.
A su primero, un astado de Refugio Peña que jamás se entregó y que además se venía cruzado, Pablo le instrumentó una lidia en donde sobresalió el poderío para imponer sus condiciones y el exacto manejo de tiempos y terrenos. "Gurú" confirmó que tiene futuro en esto, recortándole al burel los terrenos en un alarde de facilidad, cambiándole dirección y ritmo con leves movimientos de su grupa. Tras sentir en sus carnes un rejón de castigo el toro pareció rajarse pero "Disparate" no lo dejó y base de sobarle mucho, de consentirlo y de aguantarlo lo domeñó, metiéndolo en su toreo y consumando dos banderillas de inmejorable calidad. "Habanero" aprovechó la labor de su compañero de cuadra y pudo, porfiando y pisando sus terrenos, lucir en las reuniones y en las piruetas. Tras la labor del bayo el ejemplar quedó ya aplomado, por lo que "Pirata" tiró de sitio para la rueda de cortas, un arpón más en una rosa y prácticamente a toro parado dejar el rejón de muerte, al segundo intento, con el que su jinete obtuvo su único trofeo de la tarde, existiendo una fuerte petición del segundo apéndice, mismo que la autoridad no concedió.
Ante su segundo, un toro remiso que desarrolló rápidamente sentido, Hermoso de Mendoza tuvo que inventarse prácticamente la faena, resolviendo las dificultades que el de Marrón le fue planteando. "Napoleón" intentó lucir su lujoso galope pero el toro tenía un trote incierto y hasta por momentos cansino. "Manolete" apareció y de nueva cuenta demostró esa faceta de lidiador que puede con todo lo que le salga por la puerta de chiqueros. El tordo se fajó en serio para con limpieza ganarle la cara a su adversario en dos palitroques con el sello de la casa, diciéndole quien mandaba en el ruedo, intentado proyectar esa emoción los tendidos. El burel tenía ya bastante claro para que trajera los pitones y además se quedaba muy corto, complicando enormidades la labor de "Viriato", que lejos de amilanarse sacó la mejor parte de una lucha seca, arriesgando su cuerpo con esa indómita forma que tiene de meterse a los terrenos más comprometidos. Para el último tercio Pablo nos sorprendió al sacar a "Dante", que a pesar de lo parado y del peligro sordo que tenía su oponente se vio bastante bien en las cortas para luego abalanzarse prácticamente sobre el astado y que de nueva cuenta al segundo intento el centauro navarro cobrase el rejonazo que hizo doblar a la res, cerrando así su labor ahora con los tendidos en silencio.
Prensa Hermoso de Mendoza
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