El
diestro sevillano Manuel Escribano confirmó ayer en Pamplona la
proyección de su buen oficio y paseó el único trofeo que cortó al
primero de la tarde.
Plaza de toros de Pamplona, lunes 8 de julio de 2013. 4º de feria. Lleno. Se lidiaron seis toros de Dolores Aguirre, imponentes de presencia y con movilidad, pero sin entrega y con violencia defensiva en el último tercio.Manuel Escribano, oreja y vuelta con petición de oreja.
Joselillo, silencio en los dos.
Juan del Álamo, silencio y ovación.
A Manuel Escribano se le esperaba con expectación tras sus éxitos en Sevilla y Madrid. Al primero de la tarde le cortó una oreja tras una faena que llegó a los tendidos.
Al cuarto lo recibió con una limpia larga a portagayola. Estuvo variado en banderillas y con la muleta primero la brusquedad y después la falta de fondo, impidieron al sevillano pasear un triunfo más.
Joselillo recibió también de rodillas a sus dos oponentes, seguidos de trasteos animosos más voluntariosos que con acierto técnico. Con su primero fue a menos al dar embestidas altas y perder fuerzas a lo largo de la faena.
El quinto, con mayor energía, no se lo puso fácil al diestro al que le faltó mando.
Juan del Álamo solo pudo dar algunos pases vistosos al tercero.
Con el sexto realizó una faena bullidora y con mucha disposición. Mató de forma eficaz para ser ovacionado.
Fotografía: Sanfermin Kukuxumuxu/flickr
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