Dos
catedráticos en Derecho Administrativo, Tomás Ramón Fernández y Enric
Argullol i Murgades, y el Consejeor de Estado Enrique Alonso, han
abierto las comparecencias sobre la proposición de ley para regular la
tauromaquia como BIC.
El primer representante del grupo popular, Ramón Fernández, defendió la declaración de la tauromaquia como Bien de Interés Cultural al considerar "indiscutiblemente" que la tauromaquia "forma parte del Patrimonio Cultural español".
Esta afirmación la basó en el artículo 46 de la Constitución por la que los poderes públicos están obligados a conservar y promover el enriquecimiento del Patrimonio Cultural español, y la tauromaquia es, inequívocamente, Patrimonio Cultural.
El catedrático en Derecho Administrativo apostilló, "la cultura está por encima de la ley, por lo que el legislador nunca debe prohibir ni eliminar una manifestación cultural".
Fernández terminó su comparecencia diciendo que "el Parlamento español tiene una deuda con la Fiesta, al haberla ignorado, jurídicamente hablando, desde la era constitucional, y con este texto, por fin, se crea un precedente fundamental para salvaguardar una disciplina artística que hace feliz a mucha gente".
Por parte del PSOE, el segundo compareciente fue Enrique Alonso, Consejero de Estado, ha tratado la tauromaquia desde distintas perspectivas. Comenzó diciendo "en el espectáculo taurino, el animal sufre y sufre mucho; distinto es que esta manifestación tenga otros beneficios".
Según Alonso, la continuidad de la Fiesta depende de las subvenciones con estas palabras: "Si la fiesta de los toros no estuviera subvencionada, desaparecería, como lo harían todas las manifestaciones culturales en un mercado libre".
También dijo sentirse molesto al ser identificado como español por la fiesta de los toros y afirmó que "una función esencial del Estado moderno es proteger a los animales".
Y aunque puede ser declarada finalmente BIC, puede plantear ésta problemas de constitucionalidad, finalizó.
Terminó la primera tanda, el catedrático en derecho administrativo Enrique Argullol, compareciente por parte del grupo parlamentario catalán CiU. Declaró no ser ni aficionado ni ir en contra y apeló al término "pluralismo territorial y cultural" al inicio de su intervención.
"España es un estado plural lingüística, jurídica y constitucionalmente hablando, un país con varias culturas, y en la que hay que ser consecuentes con cada una de ellas, pues no es lógico convertir en uniforme unas tradiciones que no se han aplicado de manera uniforme en todas las regiones españolas". Dijo.
"Por tanto, el Gobierno central español no debe imponer a ninguna comunidad autónoma la regulación, por ley, de la fiesta de los toros como Bien de Interés Cultural". Terminó.
A partir de las 16 horas continuarán las intervenciones de José Antonio Soriano, Lluis María Gibert, María Vicenta Viquer y Carlos Núñez.
Esta afirmación la basó en el artículo 46 de la Constitución por la que los poderes públicos están obligados a conservar y promover el enriquecimiento del Patrimonio Cultural español, y la tauromaquia es, inequívocamente, Patrimonio Cultural.
El catedrático en Derecho Administrativo apostilló, "la cultura está por encima de la ley, por lo que el legislador nunca debe prohibir ni eliminar una manifestación cultural".
Fernández terminó su comparecencia diciendo que "el Parlamento español tiene una deuda con la Fiesta, al haberla ignorado, jurídicamente hablando, desde la era constitucional, y con este texto, por fin, se crea un precedente fundamental para salvaguardar una disciplina artística que hace feliz a mucha gente".
Por parte del PSOE, el segundo compareciente fue Enrique Alonso, Consejero de Estado, ha tratado la tauromaquia desde distintas perspectivas. Comenzó diciendo "en el espectáculo taurino, el animal sufre y sufre mucho; distinto es que esta manifestación tenga otros beneficios".
Según Alonso, la continuidad de la Fiesta depende de las subvenciones con estas palabras: "Si la fiesta de los toros no estuviera subvencionada, desaparecería, como lo harían todas las manifestaciones culturales en un mercado libre".
También dijo sentirse molesto al ser identificado como español por la fiesta de los toros y afirmó que "una función esencial del Estado moderno es proteger a los animales".
Y aunque puede ser declarada finalmente BIC, puede plantear ésta problemas de constitucionalidad, finalizó.
Terminó la primera tanda, el catedrático en derecho administrativo Enrique Argullol, compareciente por parte del grupo parlamentario catalán CiU. Declaró no ser ni aficionado ni ir en contra y apeló al término "pluralismo territorial y cultural" al inicio de su intervención.
"España es un estado plural lingüística, jurídica y constitucionalmente hablando, un país con varias culturas, y en la que hay que ser consecuentes con cada una de ellas, pues no es lógico convertir en uniforme unas tradiciones que no se han aplicado de manera uniforme en todas las regiones españolas". Dijo.
"Por tanto, el Gobierno central español no debe imponer a ninguna comunidad autónoma la regulación, por ley, de la fiesta de los toros como Bien de Interés Cultural". Terminó.
A partir de las 16 horas continuarán las intervenciones de José Antonio Soriano, Lluis María Gibert, María Vicenta Viquer y Carlos Núñez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Inserte su comentario