17 de septiembre de 2013

Tres rabos, buen toreo y toros en Malagón

La tarde en Malagón (Ciudad Real)  fue más que entretenida por la diversidad del cartel y el buen juego de los animales del Ventorrillo, pasado el galimatías del comienzo del festejo por un error de imprenta, el resto tuvo la suficiente calidad como para no hacerse pesado.
Plaza de toros de Malagón (Ciudad Real), lunes 16 de septiembre de 2013. Media plaza. Se ha lidiado una corrida mixta de El Ventorrillo, destacando el 3º y 4º (1º y 2º de lidia ordinaria). Bien presentados, nobles y de una calidad excelente a excepción del 2º de Aníbal que fue manso. Los erales y novillos de buen juego. Premiado con vuelta al ruedo al primero de Aníbal Ruiz. Se pidió el  indulto en el 4º y primero de Rafael de Julia.
Óscar Mota (rejones), dos orejas excesivas y silencio.
Aníbal Ruiz, de celeste y oro, dos orejas y rabo y silencio.
Rafael de Julia, de azul marino y oro, dos orejas y rabo tras dos avisos y oreja.
Jonathan Anaya (novillero), de tabaco y oro, dos orejas y rabo.

Muy buena entrada en tarde inmejorable y mucha expectación por ver al torero local en liza que a la postre no defraudó saliendo muy airoso del compromiso.

Oscar Mota, el rejoneador despachó dos por ausencia de su hermana Noelia y pasótan de puntillas como desapercibido a pesar de las dos orejas, que mas bien debieron ser solo una. Pero lo que para él cuenta son los números. Su labor artística fue pobre y anodina, poca variedad y malas  ejecuciones en las suertes, además abuso con los rejones a un animal pequeño y bravo que al final le costaba mover tanto hierro encima. Siempre  clavó a grupas pasadas, en falso otras tantas. Gracias a que el rejón de muerte cayó primero decentemente, de ahí el premio. Relatar tan insignificante actuación resulta difícil pero al César lo que es del César.
En su segundo más de lo mismo, con cuadra escasa y mal en los embroques, fallando con estrépito en tres ocasiones. Rejón de muerte caído y descabello, fue silenciado y abandonó la plaza. ¿Tendría prisa?

Aníbal Ruiz paseó un rabo de su primer enemigo en una faena que se vio desde los inicios con el capote,  verónicas para llevar al animal, por chicuelinas al paso. Buena vara y quite por verónicas. Con ganas el de Alcázar y un toro del Ventorrillo que se comía los engaños, Aníbal le endosó de comienzo seis pases de rodillas en tierra para forjar la faena en redondo en series de buen trazo y bien rematadas. Al natural una de excelente temple y largura el de pecho superior. Aquello tomó altos vuelos y Aníbal disfrutó con toreo marca de la casa. El triunfo estaba, los invertidos y dos desprecios lentos y llenos de torería. El pinchazo previo hizo suponer  lo peor, pero la espada entró y bien al segundo encuentro y se le concedió el rabo, quizá  excesivo y la vuelta al animal.
En su segundo un manso y rajado de libro. Aníbal se justificó buscándole allá donde quería el bicho, la cosa no fue a más y tras pinchazo, estocada y dos descabellos fue silenciado.

Rafael de Julia, nos sorprendió gratamente, eso sí ante un toro que suele descubrir a los malos toreros. En esta ocasión no fue así y Rafael recetó verónicas ganando terreno y cargando la suerte como mandan los cánones. Quitó por las mismas siendo desarmado en la salida. Su faena fue de menos a más ante un toro que se creció y rompió a embestir con una nobleza sublime, el torero así lo entendió y firmó pasajes al natural de estética y mando, alargando la suerte y rematando muy atrás. Con la derecha en el mismo tono. Aquello tomó altos vuelos y empezó el baile del indulto en un sector de la plaza. El torero se dio por aludido y creo sinceramente que no quería entrar a matar y continuó toreando y bien hasta escuchar dos avisos. Se perfiló entre los gritos pinchando, acierto al segundo intento y dos orejas y rabo para él. Aplausos al toro en el arrastre.
Se llevó una oreja del segundo al que toreó con primor a la verónica, para ser replicado con mucho gusto por Enrique Martínez "Chapurra" que hacía de sobresaliente, bien por el veterano y joven a la vez. La faena estuvo llena de dudas en los comienzos, para coger forma muy tarde. El madrileño ligó dos series buenas cuando bajó los engaños en redondo, al natural no funcionó. Bajonazo para oreja.

Jonathan Anaya, de entrada vaya de paso que el chaval aguantó entre barreras su turno dos horas y media con el calor y la responsabilidad del envite. Bagaje muy alto para actuar ante sus paisanos y familia, pasado el momento crucial, Anaya funcionó y bien, tanto con el capote como en la labor muleteril. Sus series dignas ante un eral que repetía e impedía la colocación correcta. Jonathan se sobrepuso en series de cuatro y el de pecho, le dio los tiempos y el ritmo, desplantes y saberse cumplidor ante los suyos. Encima estocada entera al encuentro y los máximos trofeos pedidos con fuerza la vuelta acompañado por el mayoral de El Ventorrillo. Enhorabuena, salió en hombros junto Aníbal Ruiz y Rafael de Julia en loor de multitud.
 

Ignacio Rubio

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