16 de diciembre de 2013

Tarde de triunfos, recuerdos y sentimientos para la terna

La novena corrida de la temporada de la Monumental de México fue triunfal y de recuerdos para Rafael Ortega, Juan José Padilla, Salvador López y Juan Luis Silis.
Tarde donde se lidiaron toros de bella estampa todos con el hierro y características de la dehesa de Los Cues con herencia y el tipo de los Garfias originales, pero desafortunadamente sin el rendimiento de aquellos de donde les viene su origen ya que fallaron casi todos al mostrar poco celo y bravura para atacar de continuo, siendo casi todos reservones y de poco recorrido. Casi todo el mérito correspondió a los toreros para lograr una tarde interesante y con los recuerdos que se quedarán en las mentes de los asistentes que fueron en un buen número, aunque no una gran entrada.

El primer acontecimiento fue la confirmación de alternativa del joven matador Salvador López, que por circunstancias de la vida, substituyó a Juan Luis Silis, que estuviera al borde de la muerte por gravísima cornada recibida en Pachuca y sin embargo ayer estuvo como espectador y con mucho ánimo de querer regresar a los ruedos en cuanto se lo autoricen. Salvador López confirmó de manos de Rafael Ortega con el toro "Secreto", nº 87, con 517 kg; y de testigo Juan José Padilla. En una tarde en la que Rafael Ortega se despedía del embudo mexicano dejando plaza a Salvador López. El joven matador confirmó también que en él hay una buena esperanza del toreo mexicano y si bien no tocó pelo esta tarde, si dejó bien claro con los mejores pases al natural y por el lado derecho de la tarde, pocos, pero bien toreados y una estocada que en otras tardes se han premiado con oreja, pero López ya confirmó y queda en su historial una digna actuación ante dos toros de Los Cues que no le ayudaron gran cosa.

Para Rafael Ortega no pudo ser mejor el cierre. Su despedida del ruedo capitalino, donde tiene una cifra de orejas poco comparable con cualquier torero, pues en casi todas sus actuaciones en esta plaza, ha salido triunfante y esta tarde no pudo ser una excepción, triunfando al cortar oficialmente las orejas y el rabo de su segundo toro de Los Cues, al que le hizo todo el matador con méritos de los que debe presumir siempre los tuvo y estado por encima de sus toros. Las orejas y el rabo concedidos entre las golondrinas de despedida de esta plaza, dignamente Ortega paseo solo las dos orejas en vuelta triunfal y con el grito que le acompañó siempre, ¡Torero, torero!

Y para el matador jerezano Juan José Padilla, también fue una tarde para el recuerdo al salir a hombros junto con Rafael Ortega, gracias a su valiente e inteligente actuación de esta tarde. Al igual que sus alternantes estuvo por encima de los toros que aunque le dieron algo de más juego su lote pero el mérito fue totalmente de Padila, por su variedad, su valor, su mercadotecnia bien elaborada. Pero sobre todo bien ganada gracias a la entrega total en todos los ruedos donde sale a torear, sale a dar espectáculo y por eso el torbellino que gusta aquí y allá. El andaluz desorejó a cada uno de sus dos toros, orejas arrancadas a base de valor y de entrega, orejas que se valoran y se le entregan por ser un gran señor, un señor torero. Y ese fue el detalle que tuvo con su compañero Juan Luis Silis en el hospital, al corresponderle con un obsequio, la imagen de la virgen Guadalupana que Padilla agradeció como buen colega, deseándole volver a verle vestido de luces alternando con él.

Esta tarde fue de hombres, de toreros, de sentimientos y de triunfos.

Sergio González como subalterno, salió al tercio por dos pares de banderillas colocadas en lo alto.

La México

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