El Juli
cortó dos orejas y salió a hombros en La México en el mano a mano con el
diestro mexicano Diego Silveti, que se llevó un apéndice.
Julián López "El Juli", al tercio, dos orejas y silencio.
Diego Silveti, silencio, al tercio y oreja.
Julián López "El Juli" (nazareno y azabache) con Cominito de Montecristo, numero 80, cárdeno claro,caribelllo, bragado, meano y cornivuelto con 480 kilos. Mandiles de las tablas a los medios y ahí, remató con una media para cartel; quito por saltilleras ante el delirio del atestado tendido. Brindo a todos, para muletearlo toreramente en la contraquerencia con muletazos de todas marcas y fatal con la espada: tres pinchazos y estocada trasera para saludar en el tercio y aplausos al toro en el arrastre.
Con Aguanieve de Fernando de la Mira, numero 199, negro, entretelado, caribello, bragado y cornidelantero con 543 kilos. Lo bregó bien de las tablas a la boca de riego y quitó por ajustadas chicuelinas. Sin brindar, naturales de aquí hasta allá y derechazos en el mismo tenor. Muletazos citando con los tobillos a los gritos de "¡torero, torero!" desde el graderío. Ahora sí se perfiló bien y dejó un estocadón hasta los gavilanes, para cortar dos merecidas orejas que le otorgo el juez de plaza don Jesús Morales y se las entregó el alguacilillo Saúl Rivera.
El quinto toro fue de Montecristo, Ilusión, numero 29, castaño, bragado, meano y cornivuelto con 533 kilos. Al cual bregó discretamente con el percal y sin brindar. Un trasteo con la marca de la casa culminado de pinchazo y estocada para escuchar silencio. Al final del festejo salió en hombros de los aficionados capitalinos.
Diego Silveti (esperanza y oro) con Centauro de Fernando de la Mora, numero 198, negro, entretelado, bragado y cornidelantero con 569 kilos. Verónicas y mandiles con el percal. Brindó al conclave capitalino, para muletearlo sin eco en el tendido y finiquitarlo de dos pinchazos y estocada trasera para escuchar silencio y pitos al toro.
Con Mar de Nubes de Fernando de la Mora, numero 239, negro, entretelado, bragado, meano y paliabierto con 540 kilos. Se despatarró para torearlo por gaoneras. Con los garapullos se desmonteró por enésima ocasión Christian Sánchez. Silveti brindó al cielo, para iniciar su trasteo con muletazos por alto en el tercio y derechazos y naturales en los medios y al final del trasteo, dosantinas y manoletinas en el tercio. Con el acero, media caída y descabello para saludar en el tercio.
Cerró el festejo con Sereno de Montecristo, numero 31, cárdeno, claro, bragado, meano y cornivuelto con 505 kilos. Con el cual se esforzó y lo veroniqueó espléndidamente; quitó por derechazos con el percal. Le brindó su faena a El Juli. Para realizar un trasteo con torerismo, con muletazos por ambos pitones, siendo superiores los que recetó con la diestra. Y con la toledana, una estocada hasta los gavilanes para cortar una oreja que le entregó el alguacilillo Armando Ortega.
La afición salió satisfecha del mano a mano y sobre todo porque no se recurrió al toro de regalo.
Texto: Alejandro Escarcega/Fotografías: Prensa La México
