20 de marzo de 2014

“Sentí que el pitón del toro me llegó hasta el cuello, tengo que dar gracias a Dios”

Enrique Ponce sigue ingresado en el Hospital Casa de la Salud de Valencia, donde se recupera del grave percance que sufrió el martes en la primera de las dos corridas que tenía contratadas en Fallas. 
El maestro explica en estas primeras declaraciones cómo se encuentra y los pormenores del percance y expresa sus deseos de estar recuperado cuanto antes para volver a la actividad.
Ponce comenzaba refiriéndose a las primeras horas después del percance: "He pasado la noche bien dentro de lo que cabe, con calmantes que me han ayudado a descansar un poco. La primera cura ha ido bien, los médicos han encontrado la herida en buen estado y además no he tenido fiebre. Ahora estamos pendientes de la clavícula. Tienen que operarme, pero todavía no sabemos cuándo ni quién lo va a hacer. Será en Madrid porque es más cómodo para nosotros seguir allí todas las curas y el proceso de rehabilitación y así no tener que estar viniendo a Valencia para ello”.

El maestro ha tenido tiempo para pensar en las causas del percance: "En el toreo casi siempre la diferencia entre que te coja un toro o no te coja está en un centímetro e incluso un milímetro. Era consciente de que tenía las dos orejas cortadas y tenía que matar al toro bien. Entré consciente de que me la jugaba y el toro me prendió por la banda del vestido y me quedé enganchado. La mala suerte es que hizo por mí en el suelo y me dio la cornada en la axila. La buena suerte es que el pitón fue esquivando venas y arterias que hay en esa zona y llegó hasta el cuello sin hacer mucho daño”.

Ponce tuvo un gesto de entereza y torería: "Me percaté desde el primer momento y quise permanecer en el ruedo hasta ver morir al toro e irme con la imagen de los dos pañuelos asomando en el palco para ir al quirófano más orgulloso y satisfecho. Entre comillas, más contento”.

En cuanto a la lesión ósea, Ponce cree que será la que marque los plazos de la recuperación: "La clavícula va a mandar en el tiempo de recuperación. La cornada se curará y listo, pero la fractura requiere una operación y una posterior rehabilitación. No me pongo plazos porque todo es muy reciente, pero me gustaría estar para Sevilla. Vamos a ver cómo me voy recuperando”.

Enrique Ponce resultó cogido cuando entró a matar al primer toro de su lote, al que le cortó dos orejas ayer en Valencia, consiguiendo la que habría sido su 38 salida por la Puerta Grande de esta plaza.

Primer parte del día
Enrique Ponce ha pasado la primera noche después del percance que sufrió ayer en Valencia con las lógicas molestias, pero sin tener fiebre. El equipo médico de la plaza de toros le ha visitado esta mañana y ha confirmado la buena evolución del maestro.

Un portavoz de los médicos explicó: "La evolución es muy buena. Tenía una parestesia en el quinto dedo de la mano derecha que ha desaparecido totalmente, secundaria a la contusión sobre el paquete vásculo-nervioso. La herida esta perfecta, el drenaje está muy bien, así que lo único que podemos decir es que todo ha ido satisfactoriamente. El único problema que queda por resolver es el de la clavícula izquierda que hay que intervenirlo para colocarle una plaquita y luego esperar el tiempo suficiente para que se reestablezca porque le puede quedar una lesión si no se hace lo que se tiene que hacer. La intervención debe hacerse dentro de la primera semana postraumática. Es una fractura que está parcialmente desplazada, muy poco, pero que necesita bajo nuestro criterio una plaquita para su fijación”. 


Prensa Enrique Ponce

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