8 de junio de 2015

Naturales magníficos de Rafaelillo pero la espada le deja sin premio

Tarde anodina para el fin de feria de San Isidro en Madrid. Rafaelillo, que lidió el mejor toro de la tarde vio como se esfumaba el triunfo al fallar con los aceros. El banderillero Marco Galán fue prendido.
Plaza de toros Monumental de Las Ventas de Madrid, domingo 7 de junio de 2015. Última de la Feria de San Isidro. Se estoquearon seis toros de Miura, de muy distinto comportamiento, con poco juego y descastados.

Rafaelillo, silencio y vuelta al ruedo tras un aviso.
Javier Castaño, silencio tras un aviso y silencio.
Serafín Marín, silencio y pitos tras un aviso.

Cuadrillas: Se desmonteraron los banderilleros Ángel Otero y Fernando Sánchez, de la cuadrilla de Javier Castaño. Aplaudido Curro Robles, en las filas de Serafín Marín.

Parte médico del banderillero Marco Galán: "Herida por asta de toro en escroto, que produce contusión y evisceración de testículo izquierdo. Puntazo corrido en pierna izquierda. Contusiones y erosiones múltiples. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Pasando al hospital San Francisco de Asís. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia. Firmado: Dr. García Padrós".


Después de una primera mitad anodina de corrida en la que el juego de los toros de Miura, bien por falta de fuerza, bien por falta de casta, decepcionó.

Rafaelillo
se encontró con un toro con un buen pitón izquierdo al que toreó extraordinariamente al natural. El de Murcia tuvo momentos de gusto y mucha torería que conectaron plenamente con los tendidos. Por desgracia falló con la espada y el gran triunfo se quedó en una clamorosa vuelta al ruedo.

Javier Castaño tuvo un lote complicado sin demasiadas opciones para el lucimiento. El quinto hirió al banderillero Marco Galán (ver parte médico).

Serafín Marín tuvo un mal tercero y un sexto exigente pero al que se le veían posibilidades que el catalán intentó aprovechar en algunas tandas por el pitón derecho. El público tomó partido por el toro y no tuvo en cuenta el esfuerzo del torero.
Las Ventas

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