22 de septiembre de 2014

Con el rejoneo se bajó el telón en La Glorieta

El rejoneador Diego Ventura salió a hombros tras cortar las últimas dos orejas de la Feria de la Virgen de la Vega 2014. Andy Cartagena y Miguel Moura tocaron pelo.
Plaza de toros La Glorieta de Salamanca, domingo 21 de septiembre de 2014. Con tarde muy nublada, lluvia intermitente y con ¾ de plaza, esta tarde se ha puesto punto y final a la Feria Virgen de la Vega 2014. Se han corrido toros de Ángel Sánchez y Sánchez, que han sido bien presentados, bravos, y con recorrido.

Andy Cartagena, oreja y ovación.
Diego Ventura, oreja y oreja (puerta grande).
Miguel Moura, silencio y oreja.

Después del toreo a pie que hemos soportado esta feria, otro toreo ejecutado a la jineta, ha seguido manteniéndose dentro del panorama taurino tanto por gusto del público, como por tradición, y sobre todo por la aportación, que tanto unos caballeros como sus famosos caballos.

Hay ahora mismo un ramillete de jóvenes rejoneadores, que mantienen vivo el espíritu del arte del rejoneo. Porque, para rejonear, no solo es preciso que el caballero conozca la técnica, mida el esfuerzo, posea gracia y domeñe el valor. Es también muy necesario que el caballo tenga sangre torera, para que este conjunto armonioso mantenga la viveza y emoción. Una cosa es que el caballo obedezca a la mano y la pierna que le manda, y otra el cómo realizar ese mandato que todos siguen mecánicamente. Es el caso de muchos de los caballos de sangre torera, como son los que manejan este grupo de rejoneadores, y en especial Mendoza, que ha devuelto al toreo a caballo una prestancia, una emoción y un colorido, como nunca ha tenido este espectáculo. El caballo torero como decimos, le echa arte, es un caballo que presiente y luego siente las suertes, son ejemplares asombrosos, donde su sensibilidad equina es bien conocida por el rejoneador.

La terna de esta tarde, son sucesores de otros tantos rejoneadores,- son la continuación de la familia Ginés; Andy Cartagena; João, Diego Ventura y João, Miguel Moura. Y lo cierto es que estos jóvenes, en algún caso mejoran lo efectuado, por sus mayores.

La corrida ha sido de los herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, y con el encaste de Murube, que mi buen amigo Félix, con una buena base de afición, lleva años manteniendo en muy buen tono, más aún si los rejoneadores figuras, piden matar sus toros. Parece ser que este encaste es el más propicio para dar espectáculo.

Abrió plaza Andy Cartagena, que enceló con prestancia a su primero. Toreó con fuste y sentido a un animal codicioso. Lo faenó a dos pistas, corrió sus riesgos al clavar rejoncillos, suficiente y bullicioso en banderillas largas,  entregado y alegre en las cortas. Clavó un rejón de muerte entero, trasero y caído de efectos fulminantes, y cobró una oreja.
En su segundo comenzó discreto. Fijó mejor la embestida en banderillas, con mucha vibración a dos manos, dinámico con las cortas y clavó un rejonazo entero y trasero. Ovación tras aviso, con petición.
Su último caballo se desquició, y dio hasta cuatro vueltas al ruedo sin jinete, entre la algarabía de los asistentes.

Diego Ventura, comenzó con garrocha en mano, esperando al toro en toriles. Toreó con frescura de esta guisa, luego clavó con mucha sobriedad rejoncillos, y en su paso por banderillas conectó con el tendido clavando en todos los terrenos, palos largos y cortos, con mucha entrega. Mató de rejón entero de muerte rápida y consiguió una oreja con otra de petición no conseguida.
En su segundo más dinámico aún, clavó con buen ritmo, aplomo y criterio. Corrió riesgos, llevó prendido en la cola de su caballo al toro, hizo un alarde de buena doma. Puso banderillas con mucho poder y ajuste, volcándose en el morrillo del animal. Mató de rejón entero en buen sitio. Cortó otro apéndice y salió a hombros de la Glorieta.

Cerraba la tarde Miguel Moura, torero muy joven. Realizó una monta de la escuela portuguesa, toreó un tanto despegado en la distancia, clavo de forma desigual los palos. Labor un tanto discreta que terminó con un mal rejón de muerte. Hubo de desmontar para descabellar y pegó un sainete con innumerables descabellos. Fue silenciado.
Mejoró su toreo y en la formas de clavar en el segundo de su lote. Mostró un toreo más refinado, clavó con solvencia. El joven portugués al que aún le falta madurar, poner un poco más de sosiego, mando y temple, pero tiene gran afición y entrega. Llegó más claro en banderillas, quebrando y mató de forma no muy brillante. Rejonazo en los blandos, aún así cobro una oreja, quizá era demasiado, pero era el último de la feria y se la pidió el público, un tanto generoso con el luso.

Hoy día de San Mateo, se cierra la Glorieta con este espectáculo ecuestre, que ya viene durante años siendo el que remata el abono. Fue siempre este 21, el día de la provincia, y lo cierto es que no pocos visitantes de los pueblos de esta se acercaban y se acercan, a la Capital, una vez concluidas las labores de campo.

Hoy  son muchos, los que se asoman en todas las plazas, porque este arte ha recobrado el beneplácito del público. Hoy se realizan las suertes desde la montura con verdadero riesgo y pureza (aunque entre estos también existen los niveles) y hay quien aprovecha la espectacularidad, entre otras cosas, porque al igual que el toreo de a pie, al personal le gustan mucho las florituras, los caballazos, los alardes, las cabriolas y los aires teatrales, mucho más que lo que significaba, el fundamento, la razón y el respeto del arte de rejonear.

Y así lo vi y así se lo conté.


Fermín González, comentarista Salamanca rtv al día/Fotografía: Prensa Diego Ventura

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