Diego Ventura, dos orejas y rabo del quinto

El rejoneador Diego Ventura puntuó con los máximos trofeos con el mejor toro del encierro de Fermín Bohórquez, que resultó muy desigual de comportamiento, en el cierre del Pilar de Zaragoza.

Plaza de toros de la Misericordia de Zaragoza, lunes 13 de octubre de 2014. 9ª y última de Feria. Casi media. Se lidiaron seis toros para rejones de Fermín Bohórquez, cinqueños, desiguales de presentación y de muy distinto juego.

Andy Cartagena, oreja con petición de segunda y ovación.
Diego Ventura, silencio tras un aviso y dos orejas y rabo.
Leonardo Hernández, silencio tras un aviso y oreja.

Andy Cartagena abrió plaza con un toro colaborador al que faenó con más accesorio que con fundamento. Rejonazo efectivo por el que el público pidió dos orejas pero la presidencia le concedió solamente un apéndice.
El cuarto toro, de casi seis años, fue el más manso y reservón de la tarde. El desacierto con el rejón de muerte dejó la ovación para el jinete.

Diego Ventura faenó al segundo, un toro muy parado pero al que el luso aplicó su maestría para sacar brillo donde no lo había. Faena de mucho mérito pero que Ventura emborronó al fallar con el rejón de muerte.
Al quinto lo recibió con la garrocha para después hacer una lidia de cercanías y en terrenos de mucho compromiso, dejándose acercar mucho el toro. Buenos cambios de manos, en una labor muy bien estructurada que llegó a los tendidos. Remató con un rejonazo mortal fulminante que le valieron los dos apéndices y rabo.

Leonardo Hernández realizó la faena de corte más clásico ante un toro parado al que tuvo que citarlo desde las tablas. Complicado a la hora de la suerte suprema y fue silenciada la labor.
De nuevo un purista y académico Hernández, realizó una faena de mérito al último de la tarde. Pese a un rejón de muerte bajo, el palco accedió a la petición del público para obsequiar al rejoneador con una oreja.

Fotografía: Plaza toros de Zaragoza