Los
novilleros malagueños Juan Carlos Cabello y Antonio Santana se
entrenaron a puerta cerrada en la ganadería de Los Chospes, donde
mostraron sus capacidades para afrontar la próxima temporada.
Una jornada llena de matices, dos toreros malagueños eligen la ganadería de Los Chospes, en concreto El Colmenar, para entrenarse en vistas de preparar los difíciles compromisos de la temporada que ya espera la llegada del próximo año.Juan Carlos Cabello que tiene el proyecto de llegar a Madrid en plenitud de forma, demostró sus avances tanto con el capote, muleta y espada. Destacó por encima ante el noble de Los Chospes. Su trazo largo y templado y el mucho mando, tras el puyazo de Tomasete. Cabello desgranó con mucho reposo todo un compendio de cualidades que le pueden llevar a la senda del triunfo a pocos meses vista del compromiso de presentarse en Madrid. Con la espada estuvo certero.
Antonio Santana es un novillero jovencísimo y con unas ganas de comerse el mundo en esto del toro. Desgranó arte, duende y mucho pellizco. Meció los brazos a la verónica con sabor y duende, ganó terreno y remató bien las suertes. Con la muleta más de lo mismo, puede, sabe y quiere que sea lo más importante. Se le ve camino, como bien nos relató su apoderado Andrés. Estuvo en novillero con cabeza y saber hacer las cosas. El novillo en honor a la verdad, fue un compendio de embestidas y Santana lo entendió a la perfección, tres series de naturales cuasi perfectas en ejecución y puesta sin esconder la pierna y rematando muy atrás.
En resumen, una jornada de toros en familia y donde el ganadero Fernando Moreno disfrutó de sus novillos, de los participantes y donde uno de los protagonistas encubierto y principal alma mater de esta jornada fue Rafa Pérez, responsable del complejo hotelero Saga de Manzanares, el cual agasajó a los asistentes con una extraordinaria comida campera como acostumbra.
Ignacio Rubio/Fotografía: José María Fresneda
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