13 de febrero de 2012

Hermoso y Spínola, triunfan en La México

La afición salió toreando de la Plaza México, después de ver dos faenones de antología, uno de Fermín Spínola y otro de Pablo Hermoso de Mendoza a dos toros de la ganadería de Los Encinos.


Con un lleno en el tendido numerado en la Monumental Plaza de Toros México se dio la décimo sexta corrida de la Temporada Grande 2011 - 2012 en la cual Pablo Hermoso de Mendoza con dos toros de la ganadería de Los Encinos escuchó aplausos en el que abrió plaza y las dos orejas del cuarto. Fermín Spínola fue aplaudido en sus dos toros de la ganadería de La Soledad y le cortó las orejas y el rabo a un extraordinario toro de regalo de Los Encinos. Y José Mauricio saludó en el tercio en el tercero y fue aplaudido en el sexto.

Pablo Hermoso de Mendoza (azul marino y azabache) con Oye Poco, número 57, negro entrepelado bragado y cornidelantero con 480 kilos, lo recibió con Estella para dejar dos rejones, con Van Gogh, dos banderillas al quiebro. Con Ícaro, dos banderillas aguantando horrores y terminó su labor montando a Pirata con el cual dejó tres banderillas cortas en tablas y tres rejones de muerte para escuchar palmas.

El cuarto de la tarde fue Pescador, número 38, negro entrepelado bragado meano lucero y cornidelantero con 495 kilos, con Estella, dejó un rejón, con Chenel; dos banderillas, con Dalí, tres banderillas cortas y tres vueltas de 360º ante el delirio del público; con Pirata, un par de banderillas a dos manos y certero rejón de muerte para cortar dos merecidas orejas que le otorgó el Juez de Plaza Don Jorge Ramos Sandoval y le entregó el alguacilillo Arturo Ramos.

Fermín Spínola (obispo y oro) con Tango de La Soledad, número 92, cárdeno obscuro bragado y cornidelantero con 506 kilos, embestidas calamocheando con el percal y estatuario quite por chicuelinas en los medios. Y con la pañosa, muletazos de tanteo en tablas y dos series de derechazos rematados con el martinete; al natural, una serie sin eco en el tendido por lo cual volvió a la diestra para conectar nuevamente con el tendido; se adornó con muletazos por alto y dos dosantinas en la contraquerencia, con el acero, dos estocadas, descabello y un aviso entreverado para escuchar palmas.

El quinto fue Salsero, de La Soledad, número 69, negro entrepelado bragado y cornidelantero con 540 kilos, verónicas y vuelta de campana del burel que humilló clavando los pitones en el albero; lo bregó hacia el caballo y lo quitó por gaoneras. En banderillas fue prendido sin consecuencias que lamentar Jorge Mirafuentes. Le brindó al cónclave capitalino para iniciar su trasteo con estatuarios muletazos por alto y tres series de derechazos rematados con el martinete, al natural, muletazos en el mismo tenor y con la toledana, pinchazo y estocada para ser ovacionado.

La apoteosis vino con el toro de regalo de la ganadería de Los Encinos, Príncipe, número 75, cárdeno claro bragado meano caribello y cornidelantero tocado del izquierdo, con 503 kilos. Verónicas rematadas con una media para cartel; bregó hacia el caballo con luminosas chicuelinas andantes y quitó por navarras rematadas con una tafallera. Le brindó su faena a Pablo Hermoso de Mendoza para hacer un trasteo apoteósico con muletazos de todas marcas ante las bravas y nobles embestidas del toro de Los Encinos ante los gritos de "¡torero, torero!" del tendido. Todo coronado con un estocadón hasta los gavilanes para cortar dos orejas y rabo que le entregó el alguacilillo Armando Ortega y vuelta al ruedo al excelente toro de Don Eduardo Martínez Urquidi.

José Mauricio (azul rey y oro) con Fandango de La Soledad, número 99, negro bragado y paliabierto con 480 kilos. Más oó menos con el percal de recibo y un quitazo por gaoneras. Le brindó su trasteo a Don Javier Sordo Madaleno para realizar una faena empeñosa y trera culminada con un pinchazo y estocada para saludar en el tercio y pitos al toro, en el arrastre.

El sexto fue Flamenco de La Soledad, número 66, negro bragado y cornidelantero con media tonelada de peso, lo veroniqueó bajo la lluvia y después de brindar al empapado público, un trasteo de muletazos de tanteo y dos series de derechazos en la boca de riego. Con la siniestra nada digno de comentar por las pocas embestidas del burel y terminó con cuatro manoletinas pero mal con la toledana, dos pinchazos y media para escuchar palmas.

El público salió feliz toreando de la Monumental de Insurgentes y congratulándose de haber asistido a éste festejo a pesar del fuerte frio y la pertinaz lluvia.

Alejandro Escárcega / Foto: La México

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