30 de agosto de 2012

El Cid y Talavante a hombros por meritos propios

Triunfos de El Cid y Talavante que cortaron dos apéndices cada uno. Castella se las vio con lo peor del lote y pasó inédito, pero la simpatía del público linarense lo ovacionó. 
  
Plaza de toros de Linares (Jaén), miércoles 29 de agosto de 2012. Casi menos de la mitad de plaza y calor intenso, se lidiaron toros de Román Sorando, pasados de romana y buena presentación, aunque flojos y faltos de contenido, dos pitados en el arrastre 2º y 5º y 6º y 6º bis devueltos por flojedad extrema, se dejaron en mayor ó menor cuantía 1º,4º y 6º (3), se desmonteró Alcalareño por dos excelentes pares al  cuarto. Como nota anecdótica el presidente aguanta tanto el pañuelo y lo saca cuando las mulillas se llevan el toro. Por favor un pelín antes, que van dos días así.

El Cid: Oreja y oreja con fuerte petición de la segunda.
Sebastián Castella: Palmas y ovación.
Alejandro Talavante: Oreja y oreja.

Manuel Jesús "El Cid" venía por la vía de la sustitución y a fe que justifico su inclusión en tan importante cartel y plaza, dos faenas casi del mismo corte, donde primó la profesionalidad y las ganas del torero de Salteras, en este mes de agosto que se nos va. Manuel toreó bien a la verónica y un quite por chicuelinas muy ajustadas. Con la muleta en comienzo espectacular por estatuarios y dos trincheras de fabula, basó su labor en la mano diestra recetando tres series bien ligadas al natural una y basta el toro fue a menos y el Cid optó por las cercanías para terminar con el teléfono, estocada y oreja.

Otra le arrancó literalmente al segundo. El toro no tenía fondo ni clase y Manuel se lo inventó. Dos series al natural y vuelta a la derecha, molinetes y cercanías ligando en redondo, estoconazo que valió la oreja por sí solo, petición de la segunda no atendida.

Sebastián Castella, se estrelló con dos morlacos imposibles y no le pudimos ver. El francés triste y cabizbajo, se marchó de Linares con dos ovaciones, una recogida desde el tercio y otra entre tablas y todo gracias a la simpatía del público de Linares, lo dicho inédito.

Alejandro Talavante, se llevó dos orejas, una de su primero por una labor donde destacaron los escalofriantes cambios en el centro del ruedo y un quite por gaoneras muy ajustados,  delantales de temple y saltilleras. Las malas condiciones del toro restaron interés a buen comienzo de faena, para terminar matando al encuentro, atravesada fea y descabello.

El sexto fue otro cantar, con la luz de la luna llena y los anuncios desde la grada del dichoso futbol, Talavante desgranó pasajes muy artísticos y templados por ambos pitones, series muy largas, cambios por detrás marca de la casa y ceñidas las formas. Pinchazo y estocada para acompañar al Cid en hombros.

Texto y Fototgrafía: Ignacio Rubio

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