20 de agosto de 2012

Hermoso, Ventura y Hernández cortan una oreja en el cierre de feria

Los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Leonardo Hernández cortaron una oreja cada uno en el último festejo de la Feria de Málaga 2012.
 
FICHA DEL FESTEJO
Málaga, domingo 19 de agosto de 2012. Un toro de San Mateo (1º), dos de Carmen Lorezo (2º y 3º) y el resto de San Pelayo, correctos de presentación y de juego desigual. Los dos primeros fueron nobles, y los restantes parados y descastados.

Pablo Hermoso de Mendoza: rejón trasero (oreja); y medio rejón y descabello (ovación).
Diego Ventura: rejón trasero (oreja); y medio rejón y dos descabellos (ovación)
Leonardo Hernández: rejón trasero y descabello (silencio tras aviso); y rejón (oreja).

La plaza tuvo dos tercios de entrada en tarde calurosa.


FALTÓ REDONDEAR
Pablo Hermoso de Mendoza, que apareció ataviado con una casaca bordada y sombrero calañés, enceló con gran limpieza a lomos de "Villa" a su primero, un astado que salió suelto, y con el que mostró una ejecución perfecta en banderillas con "Manolete", destacando también en las piruetas en la cara en la salida de la suerte.
El momento cumbre llegó montando "Ícaro", con el que lo templó con mucho gusto y exposición. El rejón cayó trasero, pese a lo que se solicitó una oreja de forma mayoritaria.
Su segundo fue un astado más deslucido al que paró con un espectacular quiebro en los medios y al que puso dos rejones de castigo. Con "Chenel" se lo pasó por los adentros, aunque tenía que ser el propio rejoneador quien pusiera la emoción que le faltaba al toro.

Diego Ventura cuidó de salida a su primero, con el que brilló a gran altura en banderillas con "Nazarí", con el que dio hasta una vuelta al ruedo completa galopando de costado. Con "Remate" clavó tres cortas "al violín" que terminaron por conquistar a los tendidos que, a pesar de que el rejón cayó trasero, le solicitaron con fuerza las dos orejas. Pero el palco sólo concedió una.
El quinto fue un toro muy parado, al que siempre le faltó un tranco para llegar a las cabalgaduras. Ventura quiso caldear el ambiente con "Califa", con quien clavó a dos manos y hasta tres rosas.

Leonardo Hernández también paseó un trofeo del toro que cerró la feria, un animal muy manso de salida que llegó parado a banderillas. Tuvo que aprovechar las querencias para clavar; destacando su labor a lomos de "Quieto".
Con su primero, también muy deslucido ya que sólo embistió a arreones, encontró dificultades para templarlo. El resultado final fue una faena con más espectacularidad que calidad, y marcada por la irregularidad en la colocación.
 
EFE/Fotografía: Jorge Zapata/EFE

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