El Fandi corta la única oreja de la tarde

Tarde más de pipas que de toros en Salamanca. El Fandi (foto) triunfó con un único premio, mientras Padilla se llevó la ovación y Paquirri fue pitado, en un flojo y descastado encierro de Torrealta que no dio muchas opciones.

  
Plaza de toros de Salamanca, jueves 13 de septiembre de 2012. 3ª de abono. Algo más de media entrada, en tarde que refrescó a la sombra, y ligero viento. Fuerte ovación para Padilla al término del paseíllo. Se han lidiado toros de Torrealta, flojos, faltos de raza y casta, nobles en líneas generales, donde tan solo el que hizo 4º tuvo algo más de codicia y movilidad.

Juan José Padilla, ovación y ovación.
Francisco Rivera "Paquirri", ovación y pitos.
David Fandila "El Fandi", oreja y ovación.

Con mucho ánimo, siempre bullicioso y entregado Padilla, fácil con los palos en su línea, en la muleta ante un toro sin clase y pujanza, tiró de su embestida que a duras penas tomaba la muleta, ante tanta sosería lo mató de entera desprendida.
En su segundo, lo toreó de salida. Superior de capote reunido y ganando terreno en cada lance. Mejoró el tercio de banderillas con un par al violín incluido y mantuvo cierta vibración mientras duró el animal. Faena poderosa y entregado de ánimo con base en el pitón derecho. A este lo mató fatal “metisaca” y media atravesada. Fuerte ovación.

"Paquirri", tuvo un primer enemigo al que lanceó al paso sin apreturas, puso los palos de aquella manera y a toro pasado, un par al violín que mejoró. Con la muleta pases despegados, mejoró el tono mediada la faena con pases de espaldas y circulares que remató bien. Lo mató de entera trasera. Leve petición y ovación.
Su segundo, un toro parado y sin clase, apenas dio opciones. Lo trasteó por alto y lo mató de media trasera. Fue pitado.

El Fandi, torero sincero que da cuanto tiene, estuvo bien y variado de capote, largas incluidas en sus dos toros, en banderillas en su línea, aunque algún par no pasó de vulgar. Sorteó una faena al noble primero, al que templó en muchos muletazos bien rematados, en una faena limpia y airosa. Mató de entera y cobró una oreja a toda su labor en todos los tercios.
Su segundo de empalagosa nobleza, no se desplazó nunca, lo midió en algún medio pase y lo mató de media trasera y fue aplaudido.

Y aquí termino una tarde, donde lo mejor fue que terminó puntual, y donde se vendieron bolsas de pipas a rabiar, no era cosa de aburrirse demasiado.

Texto: Fermín González
Fotografía: JM García/EFE