17 de septiembre de 2012

Jesús Chover, una de cal y otra de arena en su debut en Las Ventas

El novillero Jesús Chover, que dio una vuelta al ruedo en su primer faena de la tarde de su presentación de ayer en Las Ventas, acabó finalmente herido con dos cornadas de consideración, además escuchar los tres avisos en el sexto. 
 
Ficha del festejo:
Novillos de Concha y Sierra, bien presentados, descastados y a la defensiva.

Iván Abasolo: dos pinchazos y casi entera delanterilla (silencio tras aviso); y dos pinchazos y media (silencio).
Ángel Puerta: pinchazo y bajonazo (división al saludar); y estocada (silencio).
Jesús Chover: estocada (vuelta); y cuatro pinchazos, media, doce descabellos y tres avisos (silencio).

En la enfermería fue operado Jesús Chover de "dos cornadas, una en cara posterior, tercio superior del muslo izquierdo de 20 centímetros que produce destrozos en los músculos isquiotibiales y contusiona el nervio ciático, alcanzando el fémur; y otra en cara posterior, tercio superior del muslo derecho de 15 centímetros que produce también destrozos en músculos isquiotibiales y contusiona el nervio ciático. Pronóstico menos grave". Trasladado a la clínica de la Fraternidad.

La plaza tuvo casi un tercio de entrada en tarde de nubes altas y de agradable temperatura.

El devenir del toreo es muchas veces tan caprichoso como injusto. Y si no que se lo digan al debutante Jesús Chover, que pasó de dejar una grata impresión por ganas y actitud en su primera faena, a acabar en la enfermería con dos cornadas de aquí te espero, y encima con el mal sabor de boca de dejarse un novillo vivo.

Un Chover que recibió a su primero con tres faroles de rodillas sin enmendarse, lo llevó al caballo, primero con chicuelinas al paso y después a una mano, e interpretó un quite posterior muy a modo también por faroles de rodillas.

En banderillas estuvo sobrado en dos pares de mucha torería, andándole (al novillo) en la cara, arrancándose muy en corto y clavando certero y arriba, y en un último par citando de rodillas y pareando al quiebro al hilo de las tablas.

Pero con la muleta bajó el diapasón. El novillo, manso, tuvo un punto más de "carbón" que sus hermanos, aunque acabaría asimismo acortando el viaje, y a menos. Aquí el valenciano anduvo bullidor y con algunas prisas, aunque en su haber, destacar varios naturales de buena ejecución y, sobre todo, una gran estocada.

En el sexto, con el que volvió a brillar con los rehiletes, estuvo más templado Chover. El novillo se movió más que los otros cinco anteriores, aunque sin humillar del todo y cabeceando al final de los muletazos.

Chover se mostró de nuevo tesonero y con ganar de agradar, e incluso hubo tandas por el lado derecho que tuvieron su aquel.

Pero con los aceros se atascó de mala manera, y con las prisas para que no le tocaran los tres avisos se descuidó a la hora de descabellar, siendo prendido de forma muy fea en dos ocasiones.

El novillo que abrió plaza "cantó" ya de salida su condición de manso, con las manos por delante y la cara por las nubes en el capote, sin apretar en el caballo, esperando y cortando en banderillas, y sin ninguna clase en el último tercio, frenado y pegando un bruscos "tornillazos" en la mitad de los muletazos.

Lo único reseñable de esta primera labor de Abasolo fueron los airosos lances a la verónica en el recibo, pues muleta en mano el de Orduña anduvo despegado y sin resolver ante las continuas tarascadas del de Concha y Sierra.

En el cuarto poco que reseñar. Novillo pegajoso y áspero con el que Abasolo se vio desbordado en una labor atropellada, de pases de uno en uno y tropezados, y mucha, pero que mucha polvareda, es decir, sin quedarse quieto ni una sola vez.

Puerta sorteó en primer lugar un novillo mansurrón, que, a pesar de su extrema sosería, tuvo un puntito de calidad por el pitón izquierdo en el primer tramo de faena de muleta. Más todo fue un espejismo pues enseguida comenzó a perder fuelle, y por el derecho no terminó de pasar, defendiéndose además con la cara alta.

El jerezano anduvo muy decidido, sobre todo en una tanda al natural de buen corte por el empaque y la torería en la interpretación; pero el conjunto de su faena no fue a ninguna parte, imponiéndose finalmente la mala condición de su antagonista.

El quinto, al que saludó Puerta con verónicas de rodillas, tampoco fue novillo propicio, con la cara suelta y el freno de mano echado, sin terminar de pasar.

Puerta puso empeño e incluso surgieron algunos pases aislados con la zocata de buena ejecución dentro de un trasteo frío y de lo más anodino por culpa de la extrema sosería del utrero. Ni siquiera el proyecto de arrimón final tuvo emoción.
 

Ver vídeo del festejo

Texto: Javier López / EFE
Fotografía: Juan Pelegrín/Las Ventas

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