El diestro José Miguel Pérez "Joselillo" regresó satisfecho de su reciente viaje a Perú, donde los pasados 14 y 15 de septiembre participó en dos de las tres corridas de la Feria de Tacabamba, su primera experiencia en tierras americanas después de siete temporadas de alternativa.
"Ha sido mi primer contacto con América. Allí todo es muy distinto a España. Es una forma de vida y un mundo totalmente diferente", explicó hoy a Efe el matador de toros vallisoletano, antes de elogiar a la afición de esa ciudad peruana, protagonista de tres llenos en una plaza con un aforo para 10.000 personas.
A excepción de Lima, donde corren "algunos vientos" antitaurinos al igual que en Venezuela y en Bogotá (Colombia), en el resto de Perú la fiesta sigue en auge, ha aclarado Joselillo, quien compartió carteles con los españoles Israel Téllez y Miguel Ángel Delgado, con el colombiano Sebastián Vargas y el peruano Alfonso de Lima.
"No me importaría regresar después de esta nueva experiencia, pero hay que ir en buenas condiciones porque los viajes son muy duros y sobre todo porque se suelen lidiar toros que allí llaman 'cuneros', moruchos o de media casta, mezclados con lo bravo", manifestó.
Sobre su temporada española, a poco más de un mes para su cierre, se refirió a los escasos contratos disfrutados en relación con las campañas precedentes: "Lógico, si se tiene en cuenta que las corridas de toros han bajado mucho, en torno a un sesenta por ciento: sólo hay que echar una mirada al escalafón y darse cuenta de ello".
El momento "más negativo", a su juicio, fue el pasado 8 de septiembre en la Feria de Valladolid (norte del país), en una tarde lluviosa y ante un descastado y peligroso encierro de Valdefresno, "que siempre suele echar más de un toro bueno", se lamentó.
"La pena es que no haya embestido un toro en un sitio importante, pero ya ocurrirá. Nunca se sabe lo que puede pasar. No queda más remedio que aguantar y seguir preparado por lo que pueda pasar", advirtió Joselillo ante la perspectiva de un invierno que se plantea como siempre, "con mucho campo y un duro entrenamiento físico".
"No he toreado mucho, pero, a la vista de cómo están las cosas, no me puedo quejar. Esa es la verdad", concluyó este matador, estudiante de Ciencias Químicas, que a pesar de todo sigue dispuesto "a dar el callo".
Texto: EFE
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