El
balance del primer festejo de la Comunidad de Madrid fue la vuelta al
ruedo de Emilio Huertas, pudo ser premio de no ser por la
intransigencia del presidente y que el público pidió.
Plaza de toros Monumental de las Ventas de Madrid, miércoles 1 de mayo de 2013. Un cuarto. Se lidiaron seis novillos de El Montecillo, bien presentados y manejables.
Imanol Sánchez, silencio con un aviso y saludos con un aviso.
Emilio Huertas, vuelta al ruedo con petición y silencio con un aviso.
Juan Millán, saludos con un aviso y silencio con un aviso.
Cuadrillas: Se desmonteraron por sus pares de banderillas Ángel y José Otero. José Otero fue aplaudido durante la lidia del segundo.
Dentro de una notable novillada de El Montecillo, Emilio Huertas dio una vuelta al ruedo y se ovacionó a dos novillos en el arrastre.
Emilio Huertas se gustó en la faena al segundo al que toreó con temple y quietud, logrando algunas fases muy brillantes. Enterró completa la espada y salieron los pañuelos pero el presidente no consideró suficiente la petición. Con el quinto no consiguió redondear la faena y no anduvo fino con los aceros.
Imanol Sánchez destacó con los palos y luego se enfrentó con voluntad a un lote de mucha calidad, especialmente el cuarto. A su muerte saludó para agradecer las palmas del público.
Juan Millán saludó a la muerte del tercero tras una faena aseada a la que le faltó profundidad. Con el sexto, quizás el más soso del encierro, no pudo remontar su tarde.
Imanol Sánchez, silencio con un aviso y saludos con un aviso.
Emilio Huertas, vuelta al ruedo con petición y silencio con un aviso.
Juan Millán, saludos con un aviso y silencio con un aviso.
Cuadrillas: Se desmonteraron por sus pares de banderillas Ángel y José Otero. José Otero fue aplaudido durante la lidia del segundo.
Dentro de una notable novillada de El Montecillo, Emilio Huertas dio una vuelta al ruedo y se ovacionó a dos novillos en el arrastre.
Emilio Huertas se gustó en la faena al segundo al que toreó con temple y quietud, logrando algunas fases muy brillantes. Enterró completa la espada y salieron los pañuelos pero el presidente no consideró suficiente la petición. Con el quinto no consiguió redondear la faena y no anduvo fino con los aceros.
Imanol Sánchez destacó con los palos y luego se enfrentó con voluntad a un lote de mucha calidad, especialmente el cuarto. A su muerte saludó para agradecer las palmas del público.
Juan Millán saludó a la muerte del tercero tras una faena aseada a la que le faltó profundidad. Con el sexto, quizás el más soso del encierro, no pudo remontar su tarde.
Prensa Las Ventas/Fotografía: Juan Pelegrín/Las Ventas
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