26 de julio de 2013

Perera, a hombros y Padilla, volteado

Miguel Ángel Perera cortó dos orejas que le sirvieron para abrir la puerta grande de Cuatro Caminos en Santander. El Juli falló con la espada y Padilla cortó un trofeo y fue alcanzado por un toro.
Plaza de toros de Cuatro Caminos de Santander, jueves 25 de julio de 2013. Lleno. Se lidiaron seis toros de Garcigrande y de Domingo Hernández, de diferente juego.

Juan José Padilla, oreja y silencio tras un aviso.
Julián López "El Juli", ovación y ovación tras un aviso.
Miguel Ángel Perera, dos orejas y silencio.

Tras romper el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del accidente de ferrocarril sucedido en Santiago de Compostela.

Juan José Padilla realizó una faena alegre y variada al primero. Banderilleó con soltura. Pases a media altura, lentos y con parsimonia. En la última suerte, al cuadrar al toro, arrancó y volteó al jerezano que pudo matarlo para arrebatarle una oreja.
Con el cuarto, sin clase y reservón, Padilla lo lidió con la mano vendada a consecuencia de un corte producido en el percance. Poco pudo hacer y no le resultó fácil pasaportarlo con la espada.

Julián López "El Juli" aprovechó la embestida del segundo de la tarde, al que propinó un amplio repertorio de muleta, que deslució con la espada.
Con el quinto, el madrileño estuvo por encima del cornudo que no mostró condiciones. Faena de más mérito que emoción en la que volvió a errar con los aceros.

Miguel Ángel Perera pudo lucirse ante el tercero. Con los pies clavados en el suelo, el extremeño se lució con una tanda de naturales y finalizó con circulares. Estoconazo para amarrar las dos orejas.
Con el sexto, un toro rajado, poco más que voluntad para acabar la faena silenciada.
Fotografía: Miguel López/miguelangelperera.com/Archivo

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