Rafaelillo
lidió al mejor toro de la tarde de José Escolar que se premió con la
vuelta al ruedo. La presidencia negó una segunda oreja para el murciano.
Fernando Robleño se fue de vacío.
Arenas de Plumaçon de Mont-de-Marsan (Francia), domingo 21 de julio de 2013. Lleno de "no hay billetes". Se lidiaron seis toros de José Escolar de muy poco juego, excepto el primero que dio una vuelta al ruedo.
Rafael Rubio Luján "Rafaelillo", oreja y dos vueltas al ruedo y bronca al palco, silencio y vuelta al ruedo.
Fernando Robleño, silencio, silencio tras aviso y silencio.
Rafaelillo lidió al primero, un toro espectacular en varas y que permitió el lucimiento del torero en una faena profunda ante un animal bravo que no dejaba de embestir a la muleta. Estocada fulgurante para una oreja y bronca a la presidencia que no quiso dar un segundo trofeo.
El tercero fue peligroso y el murciano lo intentó.
El quinto fue a menos y la voluntad de Rafaelillo se premió con una vuelta al ruedo.
Fernando Robleño no tuvo suerte con su lote. Del parado segundo apenas pudo sacar algún muletazo y fue silenciado.
El cuarto dio más juego con la muleta, pero la falta de raza del toro hizo que a la faena le faltara transmisión.
El sexto tampoco dio de sí, pero Robleño consiguió un par de tandas que llegaron a los tendidos. La faena de más a menos y fue silenciado.
Rafael Rubio Luján "Rafaelillo", oreja y dos vueltas al ruedo y bronca al palco, silencio y vuelta al ruedo.
Fernando Robleño, silencio, silencio tras aviso y silencio.
Rafaelillo lidió al primero, un toro espectacular en varas y que permitió el lucimiento del torero en una faena profunda ante un animal bravo que no dejaba de embestir a la muleta. Estocada fulgurante para una oreja y bronca a la presidencia que no quiso dar un segundo trofeo.
El tercero fue peligroso y el murciano lo intentó.
El quinto fue a menos y la voluntad de Rafaelillo se premió con una vuelta al ruedo.
Fernando Robleño no tuvo suerte con su lote. Del parado segundo apenas pudo sacar algún muletazo y fue silenciado.
El cuarto dio más juego con la muleta, pero la falta de raza del toro hizo que a la faena le faltara transmisión.
El sexto tampoco dio de sí, pero Robleño consiguió un par de tandas que llegaron a los tendidos. La faena de más a menos y fue silenciado.
Fotografía: Rafaelillo/Twitter
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