Vuelta para Frausto y Mirafuentes de Anda en La México

Los novilleros mexicanos Ricardo Frausto Mirafuentes de Anda y Diego Emilio dejaron buenas impresiones en la cuarta novillada de La México.

En la cuarta novillada en la Monumental Plaza de Toros México , se lidiaron cinco toros de la ganadería de Vallencinos y uno de Los Ebanos, en una tarde cálida en un principio y tromba en el cuarto de la tarde.

Ricardo Frausto, palmas en el que abrió plaza y vuelta al ruedo bajo la tromba.
Mirafuentes de Anda, al tercio con un aviso y vuelta al cuarto.
Diego Emilio, al tercio en el tercero y palmas en que cerró plaza.

Abrió el festejo Ricardo Frausto (azul rey y oro) con Tinajero, número 252, cárdeno claro bragado y paliabierto con 418 kilos. Al cual lo bregó bien de salida, llevándolo del tercio a los medios y ahí, quitó por gaoneras. Brindó al cónclave capitalino que hizo otra buena entrada, para con la pañosa, muletearlo toreramente y finiquitarlo de pinchazo, estocada y descabello para escuchar palmas.

El cuarto fue Saleroso, zaino y cornidelantero con 403 kilos. Lo recibió de farol de hinojos en tablas bajo torrencial aguacero y chicuelinas bajo el vendaval. Con la pañosa una faena tesonera llena de torerismo y pundonor, con el público buscando refugio, la cual culminó con una buena estocada para dar clamorosa vuelta al ruedo, con fuerte petición de oreja y ante lo que el juez de plaza don Jorge Ramos hizo orejas sordas.

Mirafuentes de Anda (burdeos y oro) con Jaralito, número 250, cárdeno claro bragado meano nevado de los cuartos traseros y cornidelantero con 400 kilos. Bien con el capote y mejor con la muleta, recetándole al burel pases de todas marcas y con el acero, estocada contraria y una estocada caída con un aviso entreverado para saludar en el tercio.

Con el quinto, después de que los monosabios dejaron el ruedo de la Monumental de Insurgentes en condiciones adecuadas, lidió a Cotucho, número 266, negro entrepelado bragado meano caribello y cornidelantero con 390 kilos. Se fue a los medios para pegarle un farol de hinojos y hacerle un quitazo por chicuelinas. Con la pañosa, una faena en la querencia, adornándose al final de la misma con sanjuaneras, terminándola con una estocada para dar una vuelta al ruedo.

Diego Emilio (grana y azabache) tuvo que lidiar al ejemplar de Los Ebanos que apareció en lugar de Moradillo, número 259. Porque fue lastimado en los corrales por sus hermanos que le pegaron una cornada en el vientre y en su lugar se lidió a un toro con toda la barba, Bondadoso, número 881, cárdeno obscuro bragado listón caribello y cornidelantero con 402 kilos. Un astado que sabía lo que dejaba atrás y que tumbó al varilarguero Luis González. Quite por gaoneras de Frausto y al cual le respondió Diego Emilio con el mismo quite. Con los garapullos, se desmonteraron Jorge Morales y Francisco García. En el tercer tercio, cuatro estatuarios en la boca de riego y derechazos en la contraquerencia hasta ser cogido, sin verse la ropa, otra cogida al intentar torear al natural y nuevamente fue vapuleado al entrar a matar, para saludar en el tercio todo maltrecho y sangrando.

Cerró el largo festejo con Cebolleto, número 254, cárdeno obscuro bragado meano y cornidelantero con 424 kilos. Al cual poco le pudo hacer con el percal y después de ser picado. Quite de Frausto por chicuelinas y réplica de Diego Emilio por gaoneras. Brindó a los monosabios por los quites que le hicieron con Moradillo, para sufrir con las descompuestas embestidas del astado jalisciense, siendo cogido en un par de ocasiones. Sin verse la ropa. Mal con el acero: dos pinchazos, estocada y descabello con un aviso entreverado para escuchar las últimas palmas del empapado público capitalino.

Alejandro Escarcega/Fotografía: La México