20 de agosto de 2013

Exitoso festival en Membrilla, siete orejas

El novillero sin caballos Carlos Aranda y el rejoneador Miguel Ángel Martín en triunfo en el festival mixto celebrado ayer Membrilla (Ciudad Real) en el que se cortaron siete apéndices, uno El Cordobés hijo.
Plaza de toros de Membrilla (Ciudad Real), lunes 19 de agsoto de 2013.  Festival mixto. Lleno en los tendidos. Se lidiaron dos novillos para toreo a caballo de Hermanos Martín Campos, descastados y cuatro de Los Rónceles,de buen juego, destacando los dos lidiados 1º y 2º.

Miguel Ángel Martín (rejones), oreja y dos orejas.
Julio Benítez "El Cordobés", oreja y ovación.
Carlos Aranda (novillero sin caballos), dos orejas y oreja.

Tarde sofocante de calor, Membrilla en fiestas a lo grande, llenaron la plaza portátil de público y neveras estas llenas de buen vino y viandas  con el jamón del lugar el buen “melón”. Las peñas a lo suyo imitación pamplonica, pero sin comida, dejaron a la música sin sitio donde acoplarse y el festejo se retraso tanto que la presidencia optó por dar avisos por abreviar y acabar con luz del día, al final lo consiguió. El ruedo imposible para toros y toreros sobraban siete centímetros de arena suelta, justificación clara para todos, incluidos los animales lidiados valga de aviso para la siguiente, más aforo y más cuido en el ruedo, por el espectáculo y el peligro que supone su estado.

Julio Benítez derrochó ganas en sus dos enemigos, a su primero con larga en el tercio y verónicas acompasadas, realizó una faena limpia y en orden, mas por la diestra cuajando series de merito, al natural menos acoplamiento, siempre intentó cruzarse en su defensa, terminó en terrenos de Sol, con recital de rodillas, muy ligadas en redondo. Pinchazo y estocada para oreja, siendo avisado antes de tiempo. Su  faena al segundo, fue más deslucida, lo mejor con el capote. Fue ovacionado.

Carlos Aranda, se supera día a día y hoy de nuevo volvió a ponerlo de manifiesto, larga en el tercio y faroles en el centro del platillo, el de Los Ronceles pedía hacer bien las cosas y Carlos le enjaretó dos tandas de mucha enjundia y plasticidad, cuidando la estética, en redondo. La ligazón fue su mejor arma. Dio las distancias y con la añadida dificultad del ruedo acabó por manoletinas ajustadas. Pinchazo y estocada para dos orejas,
Su segundo un melocotón precioso de hechuras, no colaboró como sus hermanos, el daimieleño lo toreó lentamente a la verónica y larga una mano preciosa. Faena de mas a menos de exposición y mando. Pinchazo antes de la estocada para oreja.

Miguel Ángel Martin, poco pudo hacer con su primero que se acostó a tablas muy pronto acusando en exceso el rejón de castigo. Lo pequeño del ruedo y el mal piso dificultaron la labor, tuvo que desistir de poner la tercera banderilla. Estuvo breve con el rejón de muerte para oreja.
En su segundo en pleno festín y el novillo mas colaborador, se llevó dos orejas en una labor mucho mas lucida y planeando la noche.

Ignacio Rubio

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