Talismanes en "Las Virtudes": un gran Aníbal junto a Huertas y Pérez

Salida a hombros de los tres actuantes que se llevaron dos orejas cada uno, en un encierro desigual de Jaralta que no impidió el lucimiento de los diestros.

Plaza de toros "Las Virtudes" de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real), domingo 8 de septiembre de 2013. Lleno. Se ldiaron seis toros de Jaralta, bien presentados y de juego desigual. 1º descastado; 2º y 3º  mansos.  4º el mejor. 5º y 6º se dejaron.

Aníbal Ruiz, azul celeste y oro: ovación y dos orejas
Román Pérez, fucsia y oro: oreja y oreja.
Emilio Huertas, marfil y oro: silencio tras aviso y dos oreja tras aviso

Incidencias: Huertas le brinda el toro al periodista Luis María Ansón

El bello y bien cuidado marco de Las Virtudes fue testigo una vez más de una corrida de toros con lleno en sus balcones y gradas. Un asistente de lujo en la balconada de presidencia Luis María Ansón, siendo objeto de brindis de parte del torero local Emilio Huertas. El ruedo en perfecto estado y el orden en toda la plaza, repetía en el cartel Aníbal Ruiz después del indulto al Cebada Gago del año pasado, y debe ser que esta plaza le sea talismán, hoy volvió a estar soberbio con el cuarto.

Aníbal Ruiz veníamos de verlo muy triste desde su Alcázar natal, cuando en él todo es alegría y hoy el comienzo no auguraba nada bueno. Pero cambiaron las tornas con el cuarto y el rostro volvió a coger su tono habitual, nos alegramos y muy mucho por él. A su primero lo lanceó a la verónica en su estilo para medirlo en el caballo y recibir dos varas a cual peores cosa poco frecuente en mi tocayo Ignacio. La faena fue más que digna desde el comienzo por alto, como los redondos en el centro del cuadrado. Aníbal templó al natural y a la salida un desarme inoportuno hizo cambiar de nuevo para templar y mandar más la embestida del bronco de Jaralta. Dos ayudados por alto y dos por bajo exquisitos para pinchazo y estocada muy caída hicieron que la petición de trofeo no fuera atendida.
El cuarto fue otro cantar y en este caso del bueno se dobló de salida, templó y mandó en el resto, largos los muletazos y bien rematados atrás. La rotundidad del torero quedó de manifiesto al natural donde brilló y se gustó a gran altura. Hubo pases de la firma y dos por bajo para finalizar eternos y de gran belleza. Se presumía rabo y la espada cayó  bajo produciendo vomito y desánimo. Dos orejas de ley.
Román Pérez el francés cumplió en buen alfiz dos faenas de parecido corte y breve con los aceros. Su toreo a la verónica rematando por chicuelina y media de gusto alentó al francés en faena aseada donde primó el toreo en redondo en series de tres más los de pecho. Al natural una sin profundidad y con ventajas, farol incluido. Su vuelta a la derecha no encandiló. Estocada para oreja.
A su segundo lo exprimió al natural en cinco series del mismo corte. Lo mejor los de pecho. Trazó bien pero se situó mal. Se alivió en rodillazos que no llegaron mucho al tendido. Estocada trasera y caída. Otra oreja.

Emilio Huertas le tocó en primer lugar el garbanzo negro del festejo, un toro feo de hechuras y manso y rajado hasta la saciedad. Como dijo en el brindis a Luis María Ansón "no es el toro más indicado para usted" y así fue. Tras probaturas y muchas ganas solo atendía por los adentros estuvo mal a espadas. Fue silenciado.
En el que cerraba plaza Huertas templó y mandó con furia y talento en series de gran trazo y dominio donde la estéticay el saber estar le dieron conjunción al cargar la suerte. Hubo series de mano muy baja, siempre Emilio por encima del bicho, llegando al final una serie al natural con farol y el de pecho eterno, para en toriles dar tres con la derecha lentos y de mano muy baja, alivio por alto. Al final estocada para dos orejas.

Salida a hombros de los tres matadores con luz artificial en tarde muy agradable.
 

Ignacio Rubio