4 de noviembre de 2013

Exquisita despedida de Sergio Marín en Castellar de Santiago

El pasado sábado 2 de noviembre, toreó por última vez y para apartarse de los ruedos, Sergio Marín, en un festejo tan entrañable como entretenido para las delicias del público asistente y al mismo homenajeado.
La tarde en la que se despide un torero parece nublar los cielos, pero el 2 de noviembre con un sol de justicia y un azul celeste por sombrero, una nueva luz y nueva vida, el toro se aleja y queda para siempre en el corazón y en la sonrisa permanente de Sergio. Y el sábado su segundo pueblo le rindió tributo como tan solo él merece, alegrías, abrazos, vítores, fotos y más fotos. Pero por encima de todo cariño, salieron de notas de la familia Domínguez, de la propia alcaldesa, de su peña que tanto lo apoyó y de fondo su familia. Su pequeña que paseó sus máximos trofeos en brazos de Sergio.

Pero señores había que estar allí, sus compañeros de cartel, sin dejar a nadie, pero el guiño de cariño de Alberto Aguilar, de Antonio Nazaré, de Martín Porras y Carlos Saldaña fue de corazón y estima inmensa. Del festejo todo un compendio de toreo.  Los novillos de Los Rodeos, de excelente presencia y juego. Dos premiados con la vuelta al ruedo de ley. Y del arte con los trastos para tomar nota alta sus naturales tan lentos y largos quedarán para la historia.

Sergio Marín dejó su huella, su sencillez con los engaños, pulcro y de oficio refinado, corrió la mano y templó sin ventajas como si en este último novillo le fuera todo. Bordó las suertes con un final  por ayudados de arte y temple, de lo mejor el brindis y el remate final a una tarde noche rematando al sobrero que lidiaron todos sus compañeros.

Martín Porras. El rejoneador se lució en varias fases de su labor clavando al estribo, tan solo una pasada en falso con el rejón de castigo enturbió su buena labor. Clavó banderillas el caballero invitado y paseó dos apéndices.

Alberto Aguilar hizo un derroche de facultades y toreo del caro, desde la larga en el tercio y su toreo a la verónica, al alimón por navarras con el propio Sergio salieron bordados. Aguilar esta puesto y su faena larga pero intensa por ambos pitones, destacando los naturales con faroles incluidos de remate. Su final por redondos invertidos. Su afán de agradar en la cara del noble de Los Rodeos acabó por doblegarlo en tablas cansado de embestir. Dos orejas y rabo.

Antonio Nazaré, deslumbra. Su duende sevillano le acompaña en sus verónicas, encajada la figura y sus chicuelinas de cartel. Su comienzo de faena por doblones genuflexos y sus remates de  ensueño. Hubo toreo del caro sin aspavientos, donde el clasicismo y el duende se conjuntan en una autentica faena de artista. Dos orejas y rabo.

Carlos Saldaña novillero y amigo, le falta oficio pero ante tanto derroche de arte anterior cumplió en orden en pasajes de principiante al que se le atisban ganas, agrado a su manera, y acertó en la suprema. Dos orejas y rabo.

Un final de cante grande como lo fue el flamenco de Grupo Soleà de Valdepeñas, con Angelines de Almedina al cante, la Banda de Música de Castellar y la unión al final de un grupo mariachi. Para colofón final la salida en hombros en manos de los toreros fue espectacular con la felicidad completa.

Enhorabuena Sergio y suerte con el toro de la vida.


Ignacio Rubio

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Inserte su comentario