28 de enero de 2013

Juan Pablo Sánchez corta dos orejas en León

Los mexicanos Juan Pablo Sánchez y Diego Silveti cortaron dos y una oreja, respectivamente, ayer en la cuarta de la Feria de León (México). Castella chocó con una afición demasiado exigente con el diestro francés.
Plaza de toros de León (México), domingo 27 de enero de 2013. Cuarta de feria. Casi lleno. Se lidiaron ocho toros de Teófilo Gómez, el primero para rejones y los otros siete, uno de regalo, en la lidia a pie. Bien presentados, manejables, pero faltos de fuerza en líneas generales.

Jorge Hernández Gárate, rejones, silencio.
Sebastián Castella, saludos en el tercio, silencio y silencio con el de regalo.
Juan Pablo Sánchez, ovación y dos orejas.
Diego Silveti, saludos y oreja.

El rejoneador Jorge Hernández Gárate abrió plaza. Demostró buenas maneras pero no mató bien.

Sebastián Castella realizó una buena faena. A su primero lo saludó con bonitos lances de recibo. Le dio una primera serie de muletazos de tanteo para continuar en los medios con ambas manos. Trincherillas, pases largos y templados. Falló con la espada, rematando con el descabello. Saludos al tercio.
Con su segundo, Castella realizó una faena de muleta. Realizó espectaculares péndulos. El toro cayó repetidas veces y el francés lo intentó con un oponente sin fuerzas. Estocada para silencio.
El galo ofreció un toro de regalo. Sin embargo no consiguió el toreo el premio que anhelaba y se fue dejando algunos detalles.

Juan Pablo Sánchez, recibió al tercero con suaves lances. El diestro cuajó una buena faena a un toro falto de recorrido. Valiente el mexicano, hizo embestir a un astado que fue a menos. Falló con los aceros y el público lo ovacionó.
A su segundo, un manso que siguió al trapo, Sánchez lo toreó con temple y calidad. Lo cuidó pro su falta de fuerza, cediendo tiempo y consiguiendo ligar pases, inventado la lidia e impecable con el estoque y dos orejas que paseó saliendo a hombros.

Diego Silveti toreó a un tercero que clavó sus astas en la arena, rodando por el albero. Mal quedó el animal y el diestro optó por no castigarlo con la vara. Con la muleta por ambos pitones, no sin momentos de emoción. Espadazo y descabello para salir al tercio.
Con el que cerró plaza tenía el público a su favor. Estatuario y a continuación variedad con la muleta. Faena profunda y artística, concluida con manoletinas. Estocada y descabello porque el toro no doblaba. El público pidió premio y el presidente le concedió una oreja.


Fotografía: Landín-Miranda/Archivo

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