Como es tradicional, al finalizar la Corrida de la Beneficencia la Casa Real, en este caso la Infanta Elena, recibió a los toreros en el salón del Palco Real.
Talavante llegó un poco más tarde, feliz y satisfecho después de la monumental paliza recibida en su camino en volandas hacia la calle de Alcalá.
Texto: Plaza de Toros de Las Ventas
Fotografía: Javier Arroyo
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